A medida que los consumidores empezaron a elegir alternativas más baratas de moda rápida como H&M, Zara, y Forever 21, quienes apostaron por reducir sus costos, atrayendo cada vez a más compradores en el mundo, influyendo directamente en marcas importantes como Gap que no pudo contra esta tendencia.
Ahora, Gap -la industria textil más grande de América- viene desarrollando un plan de reestructuración para recuperar clientes, por lo cual está reinventando su cadena de suministro para competir con marcas de moda fast fashion, mientras que también viene reformando su estrategia de comercialización.
A pesar de las caídas de otras marcas, algunas de ellas se tomaron en serio el riesgo de tratar de predecir tendencias de la moda con un año de antelación como es el caso de Abercrombie & Fitch, Ann Taylor, American Eagle, y otros, según indica Goldman Sachs.
Sin embargo, Gap no lo hizo, por lo cual ahora está tratando de salir de ese error lo más rápido posible para intentar recuperarse en el mercado. En ese sentido, la compañía estadounidense viene adaptando su marca Old Navy al mercado de la moda rápida, y lo mismo hará con sus marcas propias como Gap y Banana Republic.
LA FÓRMULA “OLD NAVY”
Para la firma estadounidense, su marca Old Navy significó un nuevo modelo de negocio textil, más rápido y más flexible, el cual le dio resultados positivos y le salvó de una caída que pudo ser peor.
En un comienzo, la firma estadounidense lanzó productos de Old Navy en lotes pequeños para probar su demanda antes de la producción masiva. Asimismo se concentró en trabajar más estrechamente con sus proveedores, y se adaptó a las nuevas tendencias, manteniendo una reserva de tela a la mano.
Esta estrategia o fórmula de negocio es la razón para que Old Navy esté rápidamente creciendo y superando en ventas a otra de sus marcas como Gap y Banana Republic. En el 2014, la marca acumuló $ 6.2 mil millones en ingresos, lo que fue la tercera mayor parte de ganancias de la compañía de ropa.
ADAPTACIÓN PARA LA ERA DIGITAL
Un punto brillante para la Gap es su rama digital, por esa razón el director ejecutivo Art Peck, en una entrevista a Fast Company, admitió que estaba tratando de centrarse en experiencias de compras móviles, lo cual será un gran reto para la compañía.
Gap mantiene la idea que la conexión con la tecnología es crucial para que la empresa atraiga a clientes jóvenes.
EMPLEADOS CLAVE
Gap hace poco reconoció los errores de sus productos como no ofrecer suficientes colores, o hacer que la mercadería sea muy anticuada.
Por ese motivo, a principios de este año, Peck comenzó a resolver este problema mediante la sustitución del director creativo, y contrató a Rebekka Bay, quien era conocida por su atrevimiento de la moda y la experiencia con H&M.
Luego, Gap también contrató a Steven Sare, quien provenía de la compañía japonesa Uniqlo, y lo colocó en un puesto clave en la vicepresidencia senior de mercadeo mundial. Además contrató a Alessandra Brunialti como vicepresidente diseños para mujeres.
LA PRÓXIMA GENERACIÓN
En mayo, Peck se mostró optimista sobre las perspectivas de Gap. “Estoy muy animado por lo que veo en el futuro”, dijo en el reporte de ganancias a los medios de comunicación.
Tres meses más tarde, no está claro si Gap puede recuperar su identidad, pero la compañía está tratando de ver los cambios que vienen al 2016.
“Todo el poder de la cartera de productos de Gap va a evolucionar con el tiempo. Y creo que vamos a ver lo que realmente ha comenzado a aparecer en el 2016”, dijo el presidente global de Gap, Jeff Kirwan, en un Conferencia de una Inversionista.
Cuando Gap reporte ganancias el 20 de agosto se verá si la compañía tendrá éxito en avanzar las estrategias que viene desarrollando para ser nuevamente un competidor dentro del mercado textil como lo era antes.
Esta noticia es auspiciada por: