Las tres marcas forman parte del grupo de treinta firmas internacionales del sector que se ha reunido con el ejecutivo de este país, luego de que las protestas de los trabajadores del textil camboyano por un salario digno desembocarán en enfrentamientos con la policía, que se saldaron con al menos cuatro fallecidos y más de treinta heridos.
Los operadores del sector acudieron al encuentro junto a tres de los mayores sindicatos del textil (IndustriALL, International Trade Union Confederation y UNI Global Union) para discutir sobre la necesidad de implementar una ley de sindicatos y un proceso para fijar el salario mínimo de los trabajadores del textil.
“Ha habido un reconocimiento de la necesidad que esta situación se trate como algo urgente y necesario para apoyar la paz en la industria textil”, han destacado fuentes del Ejecutivo camboyano en un comunicado.
La reunión entre ambas partes se produce tras las protestas que tuvieron lugar a principios de año en el país y con la amenaza de nuevas manifestaciones tras no alcanzar un acuerdo de incremento de su salario mínimo con el Gobierno.
En diciembre, el Ejecutivo fijó en 95 dólares al mes (de los 80 dólares que se cobraban hasta entonces) el sueldo mínimo de un trabajador del textil. Esta cifra, que estaba muy por debajo de los 160 dólares que reclamaban trabajadores y sindicatos, se vio incrementada en cinco dólares para alcanzar los 100 dólares mensuales, en un intento del Gobierno de concluir la negociación.
No obstante, al no alcanzar los 160 dólares que pedían, los empleados del textil convocaron una huelga nacional que finalizó con enfrentamientos con la policía, que terminó abriendo fuego contra los manifestantes.
La industria textil camboyana, que se ha convertido en una de las principales a nivel mundial, exporta por valor de más de US$ 5.000 millones de dólares a compañías internacionales del sector como H&M, Gap, Puma, Adidas, Nike y Marks & Spencer.