El gigante automotor estadounidense General Motors (GM) anunció que reducirá significativamente la producción de autos en Norteamérica, dejará de construir algunos modelos con un bajo volumen de ventas y eliminará empleos, en su mayor reestructuración en una década.
La compañía planea detener el próximo año la producción en tres plantas -Lordstown en Ohio, Hamtramck en Michigan y Oshawa en Ontario. Además, dejará de producir varios de los modelos que se ensamblan en esas plantas, los que incluyen el Chevrolet Cruze, el Cadillac CT6 y el Buick LaCrosse. “Estamos ajustando la capacidad a las realidades del mercado”, indicó la presidenta ejecutiva, Mary Barra.
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Antes de que acabe el año que viene, la compañía podría recortar cerca de 15.000 puestos de trabajo en Norteamérica, equivalente al 15% de la plantilla en la región, y cerrar siete plantas, de las que cuatro están en Estados Unidos, una en Canadá y dos en el exterior, aún sin identificar.
Las presiones de costos han aumentado para GM, otras automotrices y proveedores en momentos en que ha bajado la demanda por autos sedán tradicionales. La empresa también ha dicho que los aranceles al acero importado, impuestos este año por el Gobierno de Estados Unidos, le han costado 1.000 millones de dólares, publicó Thomson Reuters.
Los cambios serán discutidos con el Sindicato de Trabajadores del Automóvil el próximo año, señaló Barra al anunciar el plan. Según una fuente cercana a GM, la compañía se enfocará más en vehículos eléctricos y de conducción autónoma.
Cabe precisar que GM emplea a unos 2.500 trabajadores sindicalizados en Oshawa, que produce los modelos Chevrolet Impala y Cadillac XTS. Esa planta también completa el ensamblaje final de las camionetas Silverado y Sierra, de mayores ventas. La automotriz número uno de Estados Unidos, en su última reestructuración a fines de octubre, ofreció salidas negociadas a 50.000 empleados en Norteamérica.
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