Dolce & Gabbana negó el pasado martes cualquier acercamiento con Kering, al tiempo que manifestaron estar abiertos a unirse a “un proyecto italiano más grande”; por su parte, Giorgio Armani está considerando por primera vez en la historia de la marca una posible alianza entre su grupo y un inversor.
La noticia ha causado revuelo puesto que hace poco el diseñador de moda de 86 años ha asegurado que por los momentos su casa seguirá siendo independiente.
En una entrevista otorgada a Vogue USA, reconoció que el principio de independencia “no es tan estrictamente necesario” y que se ha vuelto posible pensar en una futura alianza con una importante compañía italiana”, que no necesariamente esté en el sector de la moda.
Sin ahondar en detalles, el diseñador se limitó a indicar “que no se prevé un comprador francés”, por lo que se excluyen de la negociación las marcas LVMH y Kering.
Así, los rumores apuntan hacia Exor, el holding de la familia Agnelli, que acaba de hacerse con una participación del 24 % en el capital de la famosa marca de zapatos Christian Louboutin y a finales de 2020 adquirió Shang Xia, la marca china de lujo creada en 2010 por el diseñador Jiang Qiong Er en asociación con Hermès.
Además de ser italiana y no estar directamente activa en la moda, la compañía, que es en particular el accionista mayoritario del fabricante de automóviles Stellantis y de Ferrari, pero también del grupo de prensa The Economist y del club de fútbol de Turín, Juventus, parece ser lo suficientemente sólida para llevar a cabo una operación de esta magnitud.
El grupo Giorgio Armani registró una facturación de 2.158 millones de euros en 2019.
Para prepararse para su sucesión, el diseñador creó una fundación que lleva su nombre en 2016 y, como explicó a finales de 2017 en una entrevista con Corriere della Sera, quería transferirle parte de las acciones de la sociedad controladora de su grupo para evitar cualquier riesgo de adquisición o desmantelamiento. Su plan, como le confirmó a Vogue USA, era “pasar gran parte del negocio a su familia”.
Giorgio Armani, que no tiene hijos, tiene dos sobrinas, Roberta y Silvana Armani, quienes trabajan en su grupo. Su otro sobrino, Andrea Camerana, quien también forma parte de la familia Agnelli y que fue designado por un tiempo como el heredero del diseñador, dejó la compañía en 2014. A estos se suma su asistente de toda la vida, Pantaleo Dell’Orco. El rey de la moda siempre los ha designado como sus potenciales sucesores. Sin embargo, como dijo a la revista, “falta el que decide, todavía no está el jefe”.