Toda estrategia de retail, tanto desde el punto de vista del fabricante como desde el propio distribuido minorista, debe estar basada en el perfil de los consumidores, ya que son ellos el objetivo a los que se desea conquistar y retener fieles a la marca.
Es por ese motivo que más que un período de crecimiento, este 2014 debe ser un tiempo para afianzar las operaciones de crecimiento para la mayoría de los grandes retailers. El panorama para las principales empresas del rubro es más que interesante.
En el caso de Falabella, la empresa elevó su plan de inversión 2014-2017 en un 35% respecto a lo publicado en 2013. Se observa un atractivo plan de crecimiento en centros comerciales, un negocio con alto margen Ebitda, donde la empresa disminuyó el número de tiendas a inaugurar para los próximos cuatro años, lo que se suma a la esperada consolidación de Dicico en Brasil.
Cencosud este año enfrentará más dificultades. Luego del desmoronamiento del joint venture con el Banco Itaú, el holding tuvo que seguir los pasos de Ripley y ha comenzado a gestionar la integración de su negocio de retail financiero con el bancario en Chile, lo que implicará destinar recursos importantes en el traspaso y obligará a la compañía a reestructurar su deuda y reducir su plan de inversión.
A ello se le suma por supuesto, la consolidación que deben seguir las adquisiciones de supermercados realizadas en los últimos años en Colombia y Brasil.
En el caso de Ripley, después de meses de tramitación, finalmente la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras autorizó la integración de su negocio de tarjetas de crédito con el banco de la firma, operación que debiera generar sinergias, mayor apalancamiento y una mayor variedad de productos, además de posicionarla en el octavo lugar en la industria en colocaciones de consumo.
No obstante, se debe tener en cuenta que el tamaño de colocaciones bancarias de Ripley respecto al de tarjetas de crédito no bancarias es de poco más de la mitad, por lo que el traspaso podría traer complicaciones en el corto plazo. La entrada a Colombia en 2013 es positiva, sin embargo, la consolidación en ese país debería ocurrir a fin de año, por lo que recién en ese momento recomendaríamos entrar a este título.
Así, vemos que más que un periodo de crecimiento, el 2014 será un tiempo para afianzar las operaciones de crecimiento tanto orgánico como inorgánico.