La franquicia americana Hard Rock Café llego al país por primera vez en 1999, su ingreso fue casi paralelo al nacimiento del centro comercial Larcomar, sin embargo a diferencia de este, su estadía duró muy poco dejando de operar en el 2002.
Uno de los motivos que hizo que la cadena decida dejar Perú fue un mal manejo administrativo. En efecto, para el actual director de operaciones y franquicias para América Latina y el Caribe de la cadena, Tom Pérez, la salida de la mítica marca respondió a problemas internos en los que incurrieron sus inversionistas mexicanos, quienes en ese entonces estaban a cargo.
Sin embargo la deficiente administración no fue lo único que impulso que este gigante decidiera retirarse, según Diego Herrera, presidente de la Cámara Peruana de Franquicias. Las condiciones económicas que se vivían en ese momento también contribuyeron a su salida.
“Eran otras épocas, el mercado no estaba tan sólido como ahora y no había mucho consumo”, comentó.
Otro punto en contra fue la falta de tropicalización, pues no adaptaron su oferta a los gustos del consumidor, asegura Luis Kiser, presidente de Front Consulting.
Actualmente el contexto es diferente. La franquicia ícono en el mundo del rock regresó pero para quedarse. Hoy en manos de nuevos inversionistas renace para cobrarse la revancha con una propuesta renovada y diferente, que ya en sus primeras semanas de operación en el ‘mall’ Jockey Plaza está dando frutos.
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