La cervecería Heineken abandona Rusia y le costará 440 millones de dólares, tras la revisión estratégica de sus operaciones asegurando que la propiedad del negocio en el país “ya no es sostenible ni viable en el entorno actual”.
“Estamos conmocionados y profundamente entristecidos al ver que la guerra en Ucrania continúa desarrollándose e intensificándose” señala Heineken en un comunicado. La compañía neerlandés recuerda, además, que previamente habían suspendido las inversiones y exportaciones a Rusia, y enfatiza en que no recibirán ningún beneficio financiero o ganancia del negocio en el país.
El objetivo de Heineken es una transferencia “ordenada” del negocio a un nuevo propietario, cumpliendo con las leyes internacionales y locales. “Para garantizar la seguridad y el bienestar continuos de nuestros empleados y minimizar el riesgo de nacionalización, concluimos que es esencial que continuemos con las operaciones recientemente reducidas durante este período de transición”.
Bajo ese contexto, Heineken garantiza que el salario de sus 1.800 empleados se pagarán hasta fines de 2022 y “haremos todo lo posible para salvaguardar su futuro empleo”. Sin embargo, este proceso de transferencia y “otros cargos excepcionales” generarían un impacto negativo de 400 millones de euros (US$439 millones).
La cervecería neerlandesa concluye su comunicado esperanzado en que la guerra finalice lo más pronto. “Seguimos esperando que surja un camino hacia un resultado pacífico en el corto plazo”.
Carlsberg se une a su rival Heineken para abandonar Rusia
Heineken es la tercera cervecera más grande de Rusia, donde posee las marcas locales Bochkarev, Okhota y Tri Medvedya. Aunque Heineken es un jugador importante en el mercado ruso, las ventas allí representan solo el 2% del total de la empresa.
A su salida se le unió rápidamente su competencia, la danesa Carlsberg. La segunda mayor cervecera de Rusia es una empresa conjunta propiedad de la turca Anadolu Efes y la belga InBev. Esta última dijo a principios de marzo que dejaría de vender cerveza en Rusia y renunciaría a las ganancias de la empresa conjunta, que tiene 11 cervecerías y 3500 empleados en el país.
“Hemos tomado la decisión difícil e inmediata de buscar una disposición total de nuestro negocio en Rusia, lo que creemos que es lo correcto en el entorno actual”, dijo Carlsberg según Reuters. “Al finalizar, no tendremos presencia en Rusia”.