Heinz, el mayor fabricante de salsa de tomate condimentada a nivel mundial, anunció que eliminará 600 puestos en Norteamérica.
La medida se produce tras la venta por 28,000 millones de dólares de la firma al fondo Berkshire Hathaway, del empresario Warren Buffett, y la firma de capital privado 3G a comienzos de año.
“Nuestra nueva estructura organizacional simplificará, fortalecerá y apalancará la escala global de la compañía, lo que al mismo tiempo permitirá una mayor velocidad para la toma de decisiones, un aumento en la responsabilidad, y un crecimiento acelerado”, dijo Michael Mullen, vicepresidente senior en Heinz.
Los puestos eliminados son todos empleos administrativos, y 350 de los despidos se realizarán en Pittsburgh, ciudad que Heinz quiere mantener como base.
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