El auge del comercio electrónico en Lima ha traído consigo la comodidad de comprar en línea, pero también ha desencadenado un serio problema ambiental: la contaminación vehicular, asegura José Antonio Vallejo, CEO de VALLEJOGROUP, firma peruana especializada en Logística de Última milla.
Según el Ministerio del Ambiente (MINAM), el parque automotor es responsable del 58% de la contaminación del aire en la ciudad, y los vehículos de reparto de las empresas de retail y logística son una de las principales fuentes de emisiones contaminantes.
Además, un estudio de la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (CAPECE) reveló que la mayoría de los productos para el comercio electrónico en Lima se despachan desde centros de distribución en Lima Norte, Lima Sur y Lima Este. Estos centros de distribución son vitales para atender la creciente demanda de compras en línea, pero también plantean desafíos ambientales significativos.
Desafíos
La distancia que recorren los vehículos de reparto desde estos centros hasta los clientes puede alcanzar los 50 kilómetros, lo que aumenta la huella de carbono de la entrega de última milla. Esto, a su vez, contribuye a problemas de salud como enfermedades respiratorias, cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares. Además, agrava el cambio climático y el calentamiento global.
De hecho, la contaminación vehicular no solo afecta la salud humana, sino que también daña el medio ambiente, perturbando el equilibrio ecológico de Lima y amenazando la flora y la fauna locales.
¿Cómo abordar la contaminación vehicular en la logística peruana?
Vallejo plantea que las empresas de retail y logística tienen la responsabilidad de abordar este problema. Reducir la contaminación vehicular es una cuestión de responsabilidad corporativa y sostenibilidad. Es importante destacar que, a pesar de los desafíos, se pueden tomar medidas para mitigar el impacto ambiental de las operaciones de última milla.
En primer lugar, explica, se requiere una reubicación estratégica de los centros de distribución. Las empresas deben considerar la ubicación de estos centros de manera que sean eficientes y sostenibles. Esto implica la realización de estudios de mercado para comprender la demanda de servicios de última milla en las diferentes zonas de la ciudad.
Además, es esencial educar a las empresas de bienes raíces sobre la ubicación y funcionamiento de centros urbanos de consolidación y microhubs urbanos. Esto permitirá una colaboración más efectiva en la creación de soluciones logísticas sostenibles.
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Otra estrategia importante es educar a los clientes sobre las opciones de entrega sostenible. Al elegir la entrega en horarios de menor congestión de tráfico o la agrupación de envíos, los consumidores pueden contribuir a reducir la contaminación.
Las empresas también pueden incentivar a los clientes a optar por opciones de entrega más sostenibles a través de descuentos u ofertas especiales. Esto fomenta un comportamiento de compra más responsable.
Finalmente, involucrar a los empleados en la implementación de medidas de sostenibilidad puede ser un factor clave en la reducción de la contaminación vehicular. Los colaboradores pueden ofrecer ideas y soluciones innovadoras para abordar este desafío.
Es importante recordar que al trabajar juntos, las empresas, los consumidores y las autoridades pueden crear un futuro más limpio y saludable para Lima, sostiene el empresario. La responsabilidad corporativa y la sostenibilidad son clave en este camino hacia un comercio electrónico más amigable con el medio ambiente.