El Instituto Nacional de Economía (INEI) notificó que en el cuarto trimestre de 2022 el Producto Bruto Interno (PBI) solo creció 1.7%, lo cual evidencia la desaceleración de la economía peruana al comparar el resultado con los tres primeros trimestres del año pasado.
El INEI subrayó que la “desaceleración económica” del último trimestre de 2022 se dio en un contexto internacional de “menor ritmo de crecimiento de la economía mundial”, en la que los principales socios comerciales del Perú (Estados Unidos, Unión Europea y China) crecieron menos del 3%.
PBI mostró ligero crecimiento
El crecimiento del PBI en el cuatro trimestre de 2022 se explica principalmente por el desempeño de la demanda interna en 2.1%, impulsada por el consumo de las familias (2.3%), así como por el aumento de la inversión bruta de capital fijo (2.6%).
Respecto al avance en el consumo de las familias, el INEI detalló que se incrementó el ingreso del trabajo promedio mensual (11.4%) y aumentó el empleo (3.6%).
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En cuanto al crecimiento de a la formación bruta de capital fijo, la inversión pública se incrementó un 23.4%. Esto debido al mayor gasto de inversión del gobierno general.
Además, en el último trimestre de 2022 las exportaciones de bienes y servicios a precios constantes crecieron 0.1% en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Asimismo, las importaciones de bienes y servicios se incrementaron 1.9%, principalmente por la mayor demanda externa de servicios, así como por las compras de materias primas y productos intermedios.
Avance del PBI por actividad económica
La actividad Agricultura, Ganadería, Caza y Silvicultura creció 2.4% por el desempeño positivo de los subsectores agrícola (3.1%) y pecuario (1.4%). Por otro lado, la Extracción de Petróleo, Gas, Minerales y Servicios Conexos aumentó 5.4%.
Electricidad, Gas y Agua mostró un avance de 5.2% respecto a similar periodo del año anterior. Mientras que la actividad Construcción creció 4.7% por la mayor ejecución de obras del sector público.
Además, la actividad Comercio aumentó en 2.5% por el desempeño positivo del subsector comercio al por mayor y menor (2,6%) y los servicios de mantenimiento y reparación de vehículos automotores (1.6%).
Transporte, Almacenamiento, Correo y Mensajería creció 6.2%. También, en el cuatro trimestre de 2022 la actividad Alojamiento y Restaurantes se incrementó 7.9% por efecto del dinamismo de los subsectores alojamiento (26.7%) y restaurantes (6.4%).
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El valor agregado bruto de la actividad Servicios Prestados a las Empresas creció 1.7%. Mientras que la actividad Administración Pública y Defensa creció 2.2%, y Otros Impuestos a los Productos y Derechos de Importación se incrementaron en 0,7%.
Por otro lado, disminuyeron las actividades de: Pesca y Acuicultura (-16,2%), Manufactura (-2,2%), Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información (-6,8%), Servicios Financieros, Seguro y Pensiones (-5,0%).
Inversión privada se contrajo
La inversión privada se contrajo en -1.8% y el consumo final del gobierno (-4.1%). Este último indicador debido al menor gasto en salud pública (-22.4%), atenuado por los mayores gastos realizados en educación pública (5.1%) y administración pública y defensa (0.3%)
De acuerdo al reporte del INEI publicado este 23 de febrero, la caída de 1,8% en la inversión privada en el cuarto trimestre se dio princialmente por la menor ejecución de obras privadas relacionadas a la ampliación y remodelación de viviendas, edificaciones para oficinas, centros comerciales, centros educativos, obras de ingeniería civil, entre otras actividades.
En el tercer trimestre esta actividad ya había caído un 1%, con lo cual terminó acumulando un saldo negativo a lo largo del 2022 en comparación con el crecimiento del 2021.Cabe señalar que la inversión privada es una actividad clave para nuestro país, toda vez que representa poco más del 80% de la inversión bruta fija hace más de una década.
Diversas entidades privadas y analistas económicos ya anticipaban una caída para el indicador en el 2022, frente a expectativas empresariales golpeadas por la incertidumbre política y la ausencia de grandes proyectos que muevan la aguja de las inversiones. Sin embargo, las autoridades se mantuvieron un poco menos pesimistas: el Ministerio de Economía prevía un crecimiento de 0%, al igual que el Banco Central de Reserva (BCR).