La inflación ha mostrado cierta resistencia a seguir disminuyendo, al menos con la velocidad que lo venía haciendo durante la segunda mitad del 2023. A pesar del ritmo desacelerado, Scotiabank prevé que el Índice de Precios en Lima Metropolitana se establezca dentro del rango meta en el mes de abril.
El rango meta previsto por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) se ubica entre 1 y 3%. Al mes de marzo, el indicador llegó a 3.05%. Para Mario Guerrero, Jefe de Investigación Económica de Scotiabank, la inflación se situará entre 2.6 y 2.8%.
“Vemos probable que la inflación regrese al rango meta a partir de abril, en parte debido a un efecto base de comparación, ya que la inflación de abril 2023 fue relativamente alta (0.56% mes a mes vs 0.22% m/m promedio histórico)”, señala el economista.
En detalle, considera que las presiones sobre los costos se han mantenido bajas hasta ahora, “pero vemos una trayectoria alcista en el precio internacional del petróleo que tendría impacto en los precios locales de los combustibles. Los riesgos sobre los precios de los alimentos deberían disminuir, pues tanto los impactos de El Niño como de la gripe aviar ya está visiblemente en retroceso”.
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Durante el primer trimestre de 2024, la trayectoria de la inflación sólo descendió de 3.2% a 3.1%, aún sin retornar al rango meta (entre 1% y 3%). Incluso la inflación subyacente, vinculada a las decisiones de política monetaria, aceleró de 2.9% a 3.1% en ese mismo lapso. Pese a que en el mes de marzo, el BCRP optó por realizar una pausa dentro del ciclo de recorte de tasas de interés, recortó en 25 puntos básicos el índice de abril a 6%.
Para el resto del año, Mario Guerrero pronostica un ciclo de precios estable. “Nuestra previsión de inflación de 2.4% para 2024 está bajo revisión, pues el desempeño de la inflación durante el primer trimestre refleja que el retorno al rango meta viene tomando más tiempo que el inicialmente esperado. No obstante, las expectativas a 12 meses también han reducido su ritmo de desaceleración, pasando de 2.8% a 2.6% durante el primer trimestre”, apunta.
Finalmente expresa que la inflación superior a la esperada “imprime una sensación de cautela en las decisiones del banco central y podría sustentar nuevas pausas en el ritmo de recorte de tasas de interés en el futuro”. La evolución de la inflación y de sus expectativas seguirán siendo el principal factor a tener en cuenta en las decisiones de política monetaria. “El retorno de la inflación al rango meta sería una señal de próxima continuidad en el ciclo de recortes de tasas de interés”, afirma.