La inflación en Estados Unidos, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), repuntó inesperadamente en febrero, alcanzando un 3,2% interanual, una décima por encima de lo esperado por los analistas y del objetivo del 2% de la Reserva Federal (Fed). Este repunte aleja la posibilidad de un recorte de tasas de interés en el corto plazo.
El aumento de la inflación en febrero se debe principalmente al alza de los precios de la vivienda y la gasolina, que representan el 60% del incremento. El índice de precios de la energía creció un 2,3% con respecto a enero, mientras que el precio de los alimentos se mantuvo casi sin cambios.
El índice de precios subyacente, que excluye alimentos y energía, también subió un 0,4% en febrero, igual que en enero. Entre las partidas que registraron incrementos se encuentran los billetes de avión, seguros de vehículo, ropa y entretenimiento, mientras que bajaron los precios de bienes de cuidado personal y mobiliario.
Tasas de interés en suspenso
El repunte de la inflación interanual, que se sitúa en un 3,8% para la subyacente, preocupa a la Fed, que busca controlar la subida de precios y mantener la estabilidad económica. La entidad esperaba poder bajar los tipos de interés a lo largo de este año, pero este repunte inflacionario podría retrasar sus planes.
Los tipos de interés se mantienen en un rango entre el 5,25% y el 5,5% desde el pasado verano, tras la serie de aumentos iniciados en marzo de 2022. Aunque el desempleo y la confianza de los consumidores se mantienen sólidos, la inflación sigue siendo una tarea pendiente para la Fed.
La Fed se reunirá la próxima semana y se espera que mantenga la tasa de política monetaria en su rango actual. A pesar de que se había especulado con un posible recorte de tasas en mayo, el repunte de la inflación hace que esta posibilidad sea menos probable.
Los mercados financieros ya han reaccionado al repunte de la inflación y descartan un recorte de tasas en mayo. La próxima reunión de la Fed será clave para determinar el futuro de la política monetaria estadounidense.