Con el avance de la tecnología, a lo largo de los últimos años se han abierto nuevos espacios para las comunicaciones entre marcas y personas; no obstante, esto generó también una saturación por parte de estos últimos.
Por ello, se puede ver a usuarios recurriendo a tácticas como las de bloquear rápidamente ciertas comunicaciones que reciben o a expresar su insatisfacción a través de las redes sociales, motivando en muchos casos a otras personas a dejar de adquirir los productos de una determinada marca.
Es por ese motivo, que las corporaciones han visto como la tecnología ha cambiado la forma en que las empresas y los clientes se comunican con sus públicos.
Estrategias de correos directos, interacciones a través de redes sociales y habilitación de servicios en páginas web son algunas de las vías con que las compañías han venido desarrollando para aproximar sus campañas a los clientes.
Es por ello, que las empresas recurren a la inteligencia de negocios para crear, revisar y transformar sus estrategias de mercadeo.
Con este recurso tienen la posibilidad de recolectar la información y datos de todos los canales y consolidarla en una vista única, convirtiéndose en aliados de alto valor para la toma de decisiones empresariales y para el diseño rentable y efectivo de sus campañas de mercadeo.
“Lo más importante, es que estas tecnologías permiten a las empresas conocer mejor a sus clientes y sus necesidades con el fin de diseñar ofertas personalizadas que busquen aumentar la fidelización de estos clientes tornando a esta empresa relevante”, sostiene Douglas Montalvao, gerente de soluciones de SAS Perú.
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RECORTANDO LA BRECHA
Asimismo, existen herramientas poderosas, que permiten que una empresa tenga más ágil y automatizado su trabajo y le permite añadir valor rápidamente a su operación.
Los tiempos de los ciclos de las campañas desde el diseño hasta la ejecución se ven reducidos considerablemente y las campañas y objetos de las mismas pueden ser reutilizados en cualquier otra en el momento que las compañías lo requieran.
Asimismo, permite medir y analizar la efectividad de toda su operación de mercadeo, antes, durante y al finalizar dichos programas o campañas.
Así, los profesionales de mercadeo pueden evaluar el éxito de sus iniciativas mediante la medición del desempeño de los canales con importantes métricas de negocio, como el retorno de la inversión, la atribución y la eficacia global de las estrategias.
En definitiva, para los “mercadólogos” es clave cerrar de inmediato la brecha entre el análisis de datos y acciones en tiempo real como ofertas y campañas personalizadas. Así se mejora la efectividad y la eficiencia del marketing.