Empresarios provenientes de Estados Unidos, España y Chile evaluan mercado peruano para adquirir negocios prósperos en diversos sectores. Según el director gerente de VR Business Brokers, Ian Fry, los inversionistas estadounidenses prefieren el sector industrial, los españoles las empresas del sector turismo, mientras que a los chilenos les interesa varios rubros, incluyendo el de servicios.
“De Chile vemos que muchas empresas están siguiendo a los grandes conglomerados de su país y de los que ya son proveedores. Por ello compran empresas para seguir dándoles servicios a empresas como Lan o Saga Falabella, desde el mismo Perú”, apuntó.
Fry precisó que el mejor momento para vender y comprar una empresa es cuando ella se encuentra estable y próspera, pues se valoriza mejor en el mercado y permite una transacción conveniente para los propietarios.
Mencionó que actualmente en Lima existe un instituto técnico superior con mucho éxito y que está a la venta, y está valorizada en US$ 15 millones.
Agregó también que están a la venta medianas y pequeñas empresas como restaurantes exitosos, cuyos precios van desde los US$ 200 mil en adelante, pequeñas empresas de plásticos que cuestan US$ 300 mil, o empresas de textiles que valen cerca de US$ 6 millones.
“La ventaja de comprar un negocio en marcha es que ya tiene un flujo de clientes y de ventas, y solo tendríamos que buscar estrategias para incrementar su rentabilidad”, dijo.
En lo que va del año, VR Business Brokers ha concretado la venta de una conocida fábrica de helados artesanales, un nuevo local para la cadena de panaderías Don Mamino, además de una empresa embotelladora de agua de manantial.
Desde abril, algunos inversionistas han pospuesto su decisión de comprar, hasta luego de realizarse la segunda vuelta electoral y poder conocer cuál sería el rumbo económico que tomará el Perú con el nuevo gobierno.
Señaló que lo que se ha intensificado son los pedidos de valorización de empresas, debido a que muchos inversionistas nacionales quieren estar preparados y analizar qué decisión tomarán luego de las elecciones del 5 de junio.
Indicó que a estas empresas se les prepara un modelo financiero que les permite obtener un valor actual de su compañía, proyectando los ingresos, ventas, gastos y utilidades a futuro, y se le descuenta a valor presente los flujos futuros.
Las empresas los contratan para poder estudiar el impacto de la coyuntura política en el valor de su empresa y evaluar los distintos supuestos para ver que tan sensible seria el valor de su propiedad. Comentó.
Entre las empresas más sensibles a la coyuntura electoral destacan las del sector salud, educación, e industria en general, concluyó.