El gobierno italiano ha establecido tres niveles de restricciones que incluyen medidas parecidas a las de marzo y abril las cuales entrarán en vigor el día 6 del presente.
“Es necesario introducir un régimen diferenciado basado en los distintos escenarios regionales”, apuntó el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.
El último decreto, que entró en vigor el pasado 26 de octubre, cerró teatros, cines, salas de concierto, gimnasios y piscinas y limitó hasta las 6 de la tarde la apertura de bares y restaurantes.
Estos cierres han generado que los dueños de negocios afectados hace días protesten y se manifiestan en diversas ciudades del país.
Asimismo, los museos y exposiciones seguirán cerrados, tal y como ya sucede con los teatros y los cines. También lo estarán los centros comerciales durante los fines de semana y la capacidad del transporte público se reducirá a la mitad.
NUEVOS CONTAGIOS
Italia vive un rápido empeoramiento de la curva epidemiológica ”y el cuadro es crítico, especialmente en algunas regiones.
Este país acumula ya 709.335 casos totales de contagio, entre ellos 38.826 fallecidos, desde el 21 de febrero, cuando comenzó la emergencia a nivel nacional.
Además, ha visto cómo su curva de transmisiones se ha disparado en las últimas semanas y el pasado viernes superó los 30.000 nuevos contagios en 24 horas por primera vez en la pandemia.
OTROS PAÍSES HACEN FRENTE AL COVID-19
En Polonia, bares, restaurantes y cafeterías sólo pueden coger pedidos para llevar a cabo y las reuniones se limitan a cinco personas.
Mientras tanto, Bélgica sigue marcando el récord de incidencia acumulada en Europa, con 1.781 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
Por su parte, en Hungría, todavía manejan medidas por ahora más ligeras que en otros países de su entorno, ya que entró en vigor una nueva regla que solo refuerza el uso de mascarillas, cuya utilización es ahora obligatoria también dentro de establecimientos como bares y restaurantes.