Japón viene atravesando una crisis de escasez de tubérculos debido a los cultivos dañados el año pasado por los fuertes tifones en el país. Uno de sus productos con mayor demanda, las papas fritas embolsadas, ahora están costando cerca de 3 mil yenes (26.78 dólares) de lo que costaban hace un mes 200 yenes (1.79 dólares).
Uno de los fabricantes de estos snacks, Calbee, suspendió la venta de sus famosos ‘potato chips’ y de otras 14 variantes, pues tanto este como su competencia Koikeya, usaban papas de una isla agrícola al norte del país asiático, Hokkaido, lugar que fue azotado por los cambios climáticos.
Koikeya también tuvo que frenar temporalmente la fabricación de sus papas embolsadas, tubérculo que solo se recolecta una vez al año en cada región.
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Asimismo, en el 2014 y 2015 se produjo un similar caso cuando descendió la producción de leche en dicho país que llevó a un periodo de escasez de manteca.
Por otra parte, puesto a que el mercado en Japón es muy proteccionista y coloca muchas trabas a la entrada de productos agrícolas traídos de otros países, es que las empresas de esta categoría estarían teniendo dificultades para importar papas debido al fuerte sistema de inspección vegetal y cuarentena dependiente del Servicio de Sanidad Vegetal de Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentos.
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