El índice de confianza del consumidor en el país asiático registró un crecimiento en febrero, alcanzando su máximo nivel desde el 2007, con una cifra de 44.3 puntos. Sin embargo, una lectura inferior a 50 puntos es considerada pesimismo. La encuesta tuvo lugar en el momento en que el primer ministro Shinzo Abe impulsaba políticas agresivas de expansión que puedan ayudar a un mejoramiento de la economía, apartándola de la deflación.