Ante la crisis mundial del nuevo coronavirus, la cadena departamental estadounidense JC Penney se estaría preparando para pedir protección por bancarrota tan pronto como esta semana y con planes de cerrar permanentemente alrededor de un cuarto de sus casi 850 tiendas.
De esta manera, la compañía entraría a la lista de grandes minoristas estadounidenses que han sucumbido a las consecuencias del brote de coronavirus, indicaron a la agencia de noticias Reuters personas familiarizadas con el asunto.
Una declaración de quiebra pondría fin a una larga decadencia de la conocida cadena de tiendas por departamentos de 118 años, que luchaba con la carga de una deuda de casi 4.000 millones de dólares y la competencia de empresas de comercio electrónico y minoristas de descuento, incluso antes del comienzo de la pandemia.
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La empresa, que tiene su sede en Plano en Texas y que emplea a casi 85.000 personas, está en conversaciones con los acreedores para obtener un financiamiento mientras se enfrenta a un proceso de quiebra, dijeron las fuentes. El préstamo podría ascender a un total de entre 400 millones y 500 millones de dólares.
El momento de la presentación de la bancarrota puede variar dependiendo del tiempo que le den los acreedores, según las fuentes. JC Penney se saltó un pago de 17 millones de dólares el jueves y sólo tiene cinco días para cumplir con la deuda. Un período de gracia de 30 días para abonar 12 millones de dólares que la empresa se saltó el 15 de abril vence el próximo viernes.
La empresa no ha tomado una decisión final sobre cómo abordar sus tensas finanzas, y está considerando también alternativas que incluyen la negociación de un acuerdo con los acreedores fuera de la corte de bancarrota o la obtención de financiación adicional, indicaron las fuentes.