Pese a que KFC lleva más de 20 años en Costa Rica, no fue hasta el 2015 –cuando fue adquirida por el grupo Inversor Intelectiva– que decidió implementar en su estrategia el delivery, que ya había mostrado éxito en otros países.
Recién en noviembre del año pasado inició la implementación del servicio a domicilio desde su local de Plaza el Sol en Curridabat y este mes anunció la ampliación al local de Heredia y Lindora, para continuar con ampliando este servicio.
“Desde la perspectiva del mercado y consumidor el delivery es un servicio adicional muy importante”, indicó Isidro Perera, gerente general de KFC Costa Rica.
Agregó que es necesario limitar las áreas de cobertura de población para dar un buen servicio, y tener clara la capacidad y los puntos a los que se puede llegar con calidad y buen tiempo, antes de querer cubrir mucha población sin buen servicio.
LEE TAMBIÉN: KFC renueva su imagen y lanza un nuevo slogan en el Perú
Sobre sus planes para este 2017, Perera explicó al Diario El Financiero de Costa Rica que KFC tendría 41 restaurantes y la meta es que 22 de estos locales brinden el servicio de delivery.
A lo anterior se debe agregar lo que irá invirtiendo la cadena de fast food en contratación de personal directo, debido a que serán al menos 40 nuevos colaboradores en puntos de venta, así como unos 72 puestos en personal tercerizado, como motorizados y en el call center.
Asimismo, KFC proyecta que, en dos años, el delivery vaya ganando peso en el negocio y, dependiendo de la tienda, puede llegar a representar entre un 20% y un 40% de las ganancias de cada punto.