Las empresas de alimentación lideran la generación de contenidos en redes sociales y webs según un informe de IAB Spain.
La competencia y la cotidianidad del producto hacen que sea sencillo conectar con los potenciales clientes, lo difícil reside en mantenerlos atentos y que finalmente el ‘follow’ se convierta en ‘compra’.
Aun hablando de la importancia del sector de establecerse en internet para conservar su reputación, solamente entre el 6 y el 10% de internautas compra alimentos en internet.
En el sector alimentación es obligatorio ser activamente online, tal y como nos muestra un estudio realizado por Myworld, en el que se encuentra que un 39% de los consumidores habituales se replantea seguir comprando un producto después de leer una crítica suya y hasta un 80% lo comenta con su entorno o en las redes sociales.
Este sector no puede dejar escapar el título de mejor reputación entre todos los sectores según datos de FIAB. Además es el sexto sector con más búsquedas en internet.
¿Dónde busca información los consumidores?
El consumidor de compra familiar busca información sobre productos en foros especializados y preguntando en la misma tienda, los que buscan calidad gourmet son más proclives a interaccionar en redes sociales y mirar webs especializadas, y el consumidor funcional quiere comodidad en la compra y rapidez, no tiene mucho tiempo de contrastar precios y calidades.
¿Qué busca el consumidor en internet?
1. 61% información general sobre productos y supermercados
2. 45% información específica sobre productos
3. 43% ofertas
4. 33% cupones descuento
¿Dónde compran?
Todas las categorías de consumidores ven en internet una forma de compra online con más variedad, excepto el familiar que prefiere ir a la tienda física a comprar. El comprador que quiere calidad ve en las compras online la posibilidad de llegar a más productos específicos. Y los funcionales necesitan compras rápidas, mayoritariamente, la compra en casa.
¿Cómo es el comprador online?
Los consumidores en su mayoría son mujeres entre 31 y 40 años, poco fiel a un supermercado concreto. Le gusta comparar varias plataformas de compra online antes de decidirse. Los productos frescos los compra en la tienda offline y siempre acaba pasando por algún supermercado para complementar su compra. Sin mucho tiempo y de tipo funcional.