La cadena de supermercados La Anónima confirmó la compra de la empresa neuquina Topsy y su segunda marca Bomba, a partir del 2 de febrero de 2015, en que se hará cargo de sus 30 sucursales.
La operación se cerró en 40 millones de pesos por el fondo de comercio, y aparte se negociará el pago de las mercaderías y otros activos.
La información fue suministrada por Federico Braun, presidente de La Anónima y director externo del Grupo Financiero Galicia. La confirmaron además el gerente de la empresa nacional, Eduardo Del Prete, y uno de los dueños de Topsy, Alfonso Sahores.
Respecto del precio de la operación, Sahores prefirió no hacer comentarios. Por su parte Del Prete explicó que los 40 millones son “por la transferencia del fondo de comercio. No es una compra”.
Añadió que sí le comprarán la mercadería, lo que sumará un monto que no trascendió y que dependerá entre otras variables de la cantidad que la empresa neuquina tenga en stock.
Braun informó que “La Anónima va a alquilar los locales propiedad de Topsy y Bomba, y los que estaban alquilados a terceros se van a transferir de común acuerdo”.
En cuanto al personal, que suman unas mil personas, Braun dijo que “si se le respeta la antigüedad, el puesto de trabajo y el sueldo, la persona no puede declararse despedida. Es como si siguiera estando en Topsy”. Y amplió: “Queremos que estén contentos trabajando con nosotros”.
El empresario señaló que todas las sucursales seguirán con la marca Topsy o Bomba. “Puede ocurrir de acá a muchos años que algún local cambie de denominación, pero no es nuestra intención hacerlo en el momento inicial, para nada”.
“La intención -agregó- es hacer que todo funcione si es posible con una mejora en los procesos, de manera que la calidad de atención sea mejor”.
En cuanto a los proveedores de Topsy, en especial los regionales, tanto Braun como Del Prete indicaron que si cumplen con los estándares de calidad que exige la firma, los mantendrán.
En el mismo sentido indicó que “es muy probable que la mayoría de los proveedores de Topsy sigan. Puede ocurrir que no, pero a nosotros nada nos hace más felices que comprar localmente porque es menos flete, menos costo y más frescura”.