La previsión y la planificación de la demanda nunca han sido más importantes en el espacio retail, donde la cadena de suministro minorista debe centrarse en la previsión. A pesar de la crisis logística mundial, el entorno minorista, a menudo voluble, trata de averiguar qué van a comprar los clientes, combinando esa información con la disponibilidad de productos.
Bridget McCrea, editora de Logistics Management, recoge las perspectivas de la cadena de suministro en distintos tópicos referidos a su evolución en estos dos años de pandemia.
Cuando las cosas funcionan sin problemas, todos los ojos generalmente están puestos en obtener eficiencia, rendimiento y rentabilidad adicionales de esas operaciones. Por ejemplo, no hace mucho tiempo, muchos minoristas se centraron en optimizar sus cadenas de suministro, exprimiendo más de las redes interconectadas y utilizando estrategias de gestión de inventario más eficientes.
Tras la llegada de la pandemia, la conversación ha pasado de optimizar las cadenas de suministro a hacerlas más resistentes y adaptables. Tom Enright, vicepresidente de investigación de la cadena de suministro de Gartner para la industria minorista, dice que los retailers también están utilizando sus tiendas físicas y un modelo centralizado para crear centros de distribución minirregionales sin tener que construir más almacenes o arrendar más espacio.
Centrarse en la previsión de la cadena de suministro
Sabiendo todo ello, Enright señala que algunas compañías están poniendo más énfasis en pronosticar más allá del momento exacto de la venta. Usando datos históricos, aprendizaje automático e inteligencia artificial, van más allá de los típicos pronósticos semanales o mensuales, generalmente centrados en cuántos clientes pagarán por un producto en un momento específico. Los minoristas pueden incorporar estos puntos en sus planes de cumplimiento, sabiendo que esas opciones dictarán dónde deben mantener su inventario.
Esto tendrá un impacto directo en la gestión de inventario, en un mundo donde la mayoría de los clientes esperan un cumplimiento rápido pero no quieren pagar tarifas de envío. El minorista que sabe que va a vender 1000 unidades de un producto específico la próxima semana en Kansas City, por ejemplo, y que sabe cuántos compradores quieren envíos el mismo día o al día siguiente, puede asignar mejor el producto cerca de esos compradores.
“Si todos esos clientes están preparados para esperar dos o tres días por sus pedidos, entonces el minorista no tiene que mantener las 1000 unidades cerca de esos compradores”, indica Enright. “Sin embargo, sí necesita pronosticar las elecciones que hacen esos compradores desde el punto de vista de la velocidad. De esa manera, puede segregar esa parte de los pedidos en línea para la próxima semana en aquellos que los quieren rápidamente y luego guardar el resto en un centro o en una tienda local”.