La compañía de Seattle mira con ´envidia´ las ganancias de su competencia, Nespresso, que alcanzó unas ventas de 3.000 millones de dólares en 2010 ( 2.187 millones de euros).
Un pastel demasiado grande para un solo operador, teniendo en cuenta que las monodosis de café ya representan el 7% del mercado total (2010) y crecen de forma exponencial. En 2012 su participación podría alcanzar el 10%, según datos de Euromonitor.
En medio de estos parámetros, parece que Starbucks está buscando “patner” para su aventura.
Lara Wyss, portavoz oficial de la cadena, ha señalado que su compañía se encuentra en una posición estratégica, gracias a su actividad retail ya la posibilidad de utilizar sus establecimientos como catalizadores del sistema.
En su opinión, hay un gran potencial de negocio y asegura que la enseña norteamericana “está dispuesta lograr con las monodosis de café lo que Apple hizo con los teléfonos móviles”.
No obstante, todavía es pronto para hacer pronósticos, pero lo cierto es que Starbucks podría estar sondeando alianzas con líderes como Keurig, primer jugador en el mercado de monodosis americano, con una cuota del 71%, frente al apenas 2% o 3% cosechado por Kraf Foods, que no obstante, ha hecho ganar a las tiendas de la cadena 500 millones de dólares anuales (364,50 millones de euros).
Sin duda, Keurig sería un buen recambio para la cadena cafetera, cuando faltan incógnitas por despejar , como la finalización del contrato con Kraft Foods, que el pasado diciembre demandó a Starbucks por incumplimiento de contrato , solicitándole el pago de una indemnización.
Además de la venta de café empaquetado, Starbucks mantenía un acuerdo exclusivo con Kraft y su sistema Tassimo de monodosis desde 2007.