La Granja Azul, conocido por su icónico pollo a la brasa y más de 70 años de historia, ha ganado una importante batalla legal contra la Municipalidad de Ate. El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) resolvió a favor del restaurante, declarando ilegal su clausura, ocurrida en agosto de 2023, por presuntas infracciones de normativas municipales.
En agosto de 2023, la Municipalidad Distrital de Ate tomó la decisión de clausurar La Granja Azul, ubicado en la zona de Santa Clara, bajo el argumento de que el restaurante no contaba con la licencia de habilitación urbana ni la autorización para construir en terreno rústico. Estas normativas, que se introdujeron décadas después de la fundación del restaurante en la década de 1950, fueron aplicadas retroactivamente por la municipalidad.
El cierre del restaurante también vino acompañado de dos multas que, en conjunto, sumaban un millón de soles. Estas sanciones fueron fundamentadas en la falta de regularización de las edificaciones conforme a las normativas actuales, a pesar de que las construcciones de La Granja Azul datan de más de medio siglo atrás.
La defensa de La Granja Azul
Frente a la clausura, La Granja Azul, bajo la dirección de Liliana Picasso, presentó una denuncia ante la Comisión de Eliminación de Barreras Burocráticas de Indecopi. El restaurante argumentó que las exigencias impuestas por la Municipalidad de Ate carecían de base legal, ya que se trataba de normativas que no estaban vigentes en el momento de las construcciones originales del establecimiento.
Además, la defensa de La Granja Azul señaló que la urbanización de la zona donde se encuentra el restaurante fue posterior y espontánea, lo que significa que las edificaciones realizadas en su momento no debían ajustarse a las normativas actuales. Aplicar estas leyes de manera retroactiva, según ellos, sería inconstitucional y generaría barreras burocráticas ilegales.
Por su parte, la Municipalidad de Ate argumentó que las sanciones estaban plenamente justificadas dentro del marco normativo vigente, y que La Granja Azul reconoció la infracción al pagar la multa correspondiente. No obstante, estos argumentos no fueron suficientes para convencer al tribunal de Indecopi.
Resolución de Indecopi y la apelación de la Municipalidad de Ate
El pasado 20 de agosto de 2024, Indecopi emitió su fallo a favor de La Granja Azul, desestimando los argumentos presentados por la Municipalidad de Ate. El tribunal determinó que las normativas aplicadas por la municipalidad no podían ser impuestas de manera retroactiva a las construcciones históricas del restaurante, calificando las medidas como barreras burocráticas ilegales.
Este fallo representa una victoria significativa para La Granja Azul, permitiéndole continuar sus operaciones sin la sombra de la clausura y las sanciones impuestas por la municipalidad. Durante el tiempo que duró el proceso legal, el restaurante pudo seguir atendiendo a su clientela, aunque con pérdidas considerables. Según Liliana Picasso, las pérdidas diarias ascendían a 80 mil soles.
Sin embargo, el conflicto está lejos de resolverse completamente. La Municipalidad de Ate ha anunciado que apelará la decisión de Indecopi en una instancia superior, buscando revertir el fallo y reafirmar la validez de sus acciones. Mientras tanto, la apelación no afectará el normal funcionamiento del restaurante en su sede de Santa Clara, permitiendo que las familias continúen disfrutando del famoso pollo a la brasa de La Granja Azul.
Implicancias y perspectivas
Este caso no solo tiene implicancias para La Granja Azul, sino que también pone en el centro del debate la aplicación de normativas municipales sobre edificaciones históricas. La resolución de Indecopi podría sentar un precedente importante para otros negocios que se encuentran en situaciones similares, enfrentando normativas que no existían en el momento de sus construcciones.
El hecho de que Indecopi haya fallado a favor de La Granja Azul, declarando ilegal su clausura, subraya la importancia de un análisis cuidadoso y justo al momento de aplicar regulaciones sobre estructuras históricas. La controversia también destaca la tensión entre las autoridades municipales y las empresas en cuanto a la interpretación y aplicación de las leyes.
Con la apelación pendiente, el desenlace final de este caso aún está por verse. Sin embargo, la decisión de Indecopi representa una victoria significativa para La Granja Azul y un alivio para sus propietarios, trabajadores, y clientes que han apoyado al restaurante durante este difícil periodo.
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