Amber Kotrri, diseñadora y propietaria de una boutique en Darlington, Inglaterra, acaparó la atención de los medios el mes pasado cuando ganó una disputa sobre marca registrada con la empresa mundial de moda Zara.
Ahora espera inspirar a otras pequeñas empresas para luchar contra los conglomerados. La BBC habló con ella y otros pequeños empresarios sobre sus experiencias.
Kotrri se representó a sí misma, en lugar de utilizar abogados, cuando se enfrentó al tribunal de marcas registradas. Armada solo con su archivo de notas y una firme creencia de que tenía la razón, la propietaria de la boutique House of Zana se enfrentó a Zara y ganó.
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El supervisor del registro de marcas acordó que cualquier similitud entre su marca de moda y el gigante de tiendas de moda era “demasiado insustancial y efímera”. Desde entonces, la han inundado con mensajes de otros pequeños empresarios que también han recibido cartas de los abogados de Zara.
“La carta dice que la ‘firme preferencia de la compañía es resolver este asunto de manera amistosa’, pero no hay término medio, no hay posibilidad de discutir nada”, señala Kotrri.
“Solo tienes un par de semanas para firmar diciendo que retirarás tu solicitud de marca registrada y luego otros tres meses para ‘eliminar gradualmente’ tu nombre de marca, esa es la única opción”.
La importancia de una marca registrada
Modificar la marca de una empresa no es barato: hay que cambiar el empaque, la mercadería, los sitios web y las redes sociales, todo suma.
Juhi Jain, de Jaipur, India, nombró a su empresa de zapatos hechos a mano Zarsá, una amalgama de la palabra urdu Zar y el afijo hindi “sa”, que dice significa “como el oro”, en referencia al hilo que usa en sus costuras.
Jain gastó “alrededor de US$32.000” y pasó dos años encerrada en una batalla legal después de que la marca española Zara le envió inicialmente un aviso de oposición en 2017, y luego nuevamente cuando pasó a llamarse Zarsalife. Finalmente se decidió por el nombre de Sozan Jaipur.
“No hay precio que se pueda poner al trauma mental y emocional y la depresión que pasé durante este proceso”, señaló Jain. “Nunca obtuve ninguna compensación por el costo legal o la mercancía que tuve que desechar”.
Las marcas registradas son extremadamente importantes para las empresas, pueden comprarse y venderse como otros activos, o licenciarse a terceros, lo que puede convertirlas en importantes generadores de ingresos.
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En Reino Unido, las grandes marcas emplean equipos para monitorear el uso de nombres similares a través de la Oficina de Propiedad Intelectual y Compañías. Mark Caddle, socio de la firma europea de propiedad intelectual Withers & Rogers, dijo que las marcas registradas detienen el uso no autorizado de marcas copiadas o marcas competidoras, las cuales pueden confundir a los consumidores.
Advierte que cualquier pequeña empresa que ignore estas cartas de demanda de cambio de marca de Zara que pueden enfrentar más acciones legales. “Si la carta no obtiene respuesta, es probable que se presente una oposición de marca ante la Oficina de Propiedad Intelectual de Reino Unido, como sucedió en el caso de House of Zana”, indica.
“Dependiendo de lo que ocurra con esto, el propietario de la marca puede decidir si presenta una acción de infracción de marca en los tribunales, con el objetivo de hacer cumplir un cambio de marca”.
Zara es propiedad de Inditex, uno de los grupos de distribución de moda más grandes del mundo con más de 6.400 tiendas de diferentes marcas, incluidas Bershka, Pull & Bear y Massimo Dutti, y emplea a más de 160.000 personas.
“Es responsabilidad del grupo proteger sus marcas y marcas registradas donde existe el riesgo de que los clientes, o cualquier otra parte interesada, se confundan”, dijo un portavoz de Inditex. “Siempre buscamos evitar los procedimientos legales relacionados con el registro de marcas siempre que sea posible”, acotó.