La minorista chilena La Polar se encuentra en la búsqueda de eficiencias y reducción de costos, así como la mejora de sus procesos claves.
“Todo indica que el entorno macroeconómico no mejorará, pero el efecto de los esfuerzos que se están haciendo en La Polar en materia de búsqueda de eficiencias y reducción de costos, así como de mejoras en procesos claves seguirá consolidándose este año y será de gran ayuda para cumplir nuestras metas”, indicó Andrés Eyzaguirre, gerente general de La Polar.
A ello el ejecutivo le suma el optimismo que hay en la empresa para ser cada vez más eficientes en la cadena de valor del negocio, la logística, las tiendas y el despacho a clientes.
Además, el máximo ejecutivo, reconoció que todavía están “en la normalización de operación de La Polar”, por lo mismo es que se mandataron en el negocio financiero tener “un portafolio atomizado y cobertura de provisiones que cautelen los riesgos futuros”.
Asimismo, el directivo comentó que invertirán en reforzar su canal de e-commerce.
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SALEN DE COLOMBIA
La Polar entró a Colombia en el 2010, suscitando grandes expectativas, pero no se cumplieron, por lo cual su casa matriz tuvo que hacer varias capitalizaciones, hasta que la cadena se vio envuelta en un escándalo de fraude financiero en Chile y fue multada por 5,7 millones de dólares y tras los malos resultados anunció que saldría de este país.
En mayo del 2014 las pérdidas de La Polar en Colombia superaban los 213 mil millones de pesos y comenzó la intervención de las autoridades societarias. Para entonces, los directivos centrales ya tenían prevista su partida.
El descalabro en Colombia lo asociaron con “factores de distinto orden, tales como cambios en las condiciones de mercado y arancelarias, entre otras”, que afectaron sus inversiones.
Luego de un proceso casi sin contratiempos, la Superintendencia de Sociedades anunció que finalizó la liquidación judicial de Empresas La Polar S.A.S., la cual se cumplió en un tiempo récord.
Esta autoridad societaria informó que, luego de la venta de todos los activos, se logró pagar la totalidad de las acreencias laborales, fiscales y parafiscales –poco más de mil millones de pesos–, que tenían prioridad.