–¿Qué representan los soportes publicitarios en los puntos de venta como espacio de comunicación?
–Es algo que está creciendo con un ritmo muy marcado. Las marcas entendieron que el 70% de los consumidores toman la decisión de compra en ese lugar y cualquier estímulo adicional puede hacer que el cliente incline esa decisión por una u otra marca.
– ¿Esto fue lo que hizo que los espacios marginales se conviertan en negocio?
–Si, claro. Hoy la publicidad en punto de venta es un negocio en sí mismo. En la Argentina ya estamos casi a la par de la inversión publicitaria en la Internet y hace 10 años nadie pensaba en estos espacios marginales para anunciar. En la actualidad estos espacios ya forman parte del mix de inversión publicitaria para las empresas.
–¿Como negocian estos espacios marginales como el piso de un supermercado?
–El concepto para el anunciante es que sea un canal más de comunicación separándolo de la negociación que tienen con los supermercados. Por el lado del supermercado, tenemos acuerdos para desarrollar los elementos publicitarios para ellos y generamos ganancia de algo que era marginal
–Eso puede ser en un supermercado que aglutina muchas marcas. ¿Pero en un local en un shopping?
–Es cierto que en la Argentina el negocio fuerte está enfocado en los supermercados. Pero también estamos en los shopping y ahí la estrategia es diferente, se comercializa otro tipo de espacios y de manera más premium y selectiva. Se trabaja con elementos como las fundas de las alarmas, pero también con los aromas y perfumes de los locales, la música que se escucha, etc.