Diversas estrategias del marketing generan experiencias nuevas con las que el consumidor se ‘engancha’ con las marcas. Dichas herramientas prácticamente son infinitas, ya que no es cuestión de recursos económicos, sino de creatividad. Y si a ésta se le agrega tecnología, se puede llegar al uso de la realidad aumentada.
La realidad aumentada es una herramienta que te permite combinar ambos mundos para que tus audiencias obtengan un mensaje distinto, único y poderoso. Y particularmente en el mundo del marketing y la publicidad existe un objetivo mayor: impactar.
De acuerdo con Javier Pedreira, consultor y coautor de Microsiervos, existen cinco características básicas de esta herramienta:
Elementos reales: Tus consumidores son reales, al igual que tus puntos de venta y, por supuesto, tus productos o servicios. Sin embargo, un elemento que no puedes compartir tan fácilmente está en los beneficios y cualidades de lo que estás ofreciendo, y justo aquí es donde se da el paso a los elementos virtuales a través de un código QR, que te permite condensar un sinfín de información (textos, imágenes, videos, elementos 3D) que tu target puede consultar sin ser necesariamente real.
Elementos virtuales: Puede ser tu producto girando, cambiando de color, emitiendo sonidos. O puedes ejemplificar con un video el proceso de tu servicio. Todas estas herramientas tecnológicas pueden ser creadas por las marcas o adaptadas a las aplicaciones existentes en el mercado. Y toda esa gama de posibilidades las comunicas en el campo virtual, ya que toda esa información ocurre solamente en un smartphone, una tableta, una computadora o en un escenario previamente adaptado para proyectar tu campaña.
Interactividad en tiempo real: En un mundo de tecnologías touch y donde los gadgets suponen ser herramientas inteligentes, la interactividad entre tus usuarios y tu campaña de realidad aumentada es lo que detonará el impacto de ésta y atrapará a tu target. El valor agregado es justo ese: la posibilidad de que tu usuario obtenga información útil a cerca de tu marca y de tus productos y servicios justo en lugares donde físicamente resultaría imposible. En este sentido, la realidad aumentada hace lo que antes no podías.
Tercera dimensión: Finalmente, la cereza del pastel en una campaña básica de realidad aumenta es hacer que tu marca tenga vida y cuerpo propios. Darle colores, texturas, movimiento, música y la capacidad de expresar tu mensaje en tercera dimensión es el valor agregado que, además de provocar interacción, te podría abrir las puertas de la fidelidad, ya que las posibilidades de juego y entretenimiento en este punto son inmensas.
Cuándo sí y cuándo no: Hacer uso de un código QR para ofrecer información sobre un producto en específico está muy bien; sin embargo, un error muy recurrente a la hora de aplicarlo es direccionar a los usuarios al sitio oficial de una marca, y ese es quizá el peor error dentro de la realidad aumentada, ya que eso no es lo que están buscando los consumidores y no impacta.
Recuerda que se trata de personalizar la experiencia, por lo tanto, si tu estrategia contempla ofrecer las cualidades de algo específico, sin importar el sector o el nicho, la realidad aumentada en códigos QR será muy útil, y será impactante en la medida en que desarrolles una plataforma muy interactiva y entretenida para tu audiencia.