La compañía La Riviera, especializada en la comercialización de productos de belleza y perteneciente al panameño Grupo Wisa, ha cerrado varios locales ‘duty free’ en los principales aeropuertos del país colombiano.
Ya que desde que se conoció la noticia de la inclusión del grupo panameño Wisa (Waked Internacional S. A.) en la ‘Lista Clinton’ por lavado de dinero, muchos miraron hacia La Riviera, las archiconocidas tiendas de perfumería y cosméticos de su propiedad.
Aunque La Riviera en sí misma no quedó en esta temida lista, por asociación con su casa matriz sí ha recibido todo el impacto mediático y del mercado. La razón es más que evidente. Estar en esta base de datos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos es como la muerte en vida de una compañía: el sistema financiero le cierra sus puertas y eso significa quedarse sin oxígeno.
En Colombia, La Riviera tiene 105 tiendas entre propias y arrendadas, y la representación de marcas de lujo. Ya han cerrado tres ‘duty free’ (tiendas libres de impuestos) en los aeropuertos de Bogotá, Cartagena y Barranquilla, con lo cual quedarán desempleadas alrededor de 200 personas de las cerca de 1.200 que laboran actualmente.
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La Riviera, además de ser la cadena de retail de belleza más grande de Colombia, era el mayor importador y representante exclusivo de importantes marcas internacionales como Chanel, Shiseido, Guerlain, Dior y otras insignias de LVMH, así como el portafolio de Estée Lauder, incluyendo a MAC. Esto le daba el poder de controlar el mercado y los precios del lujo en este país.
Colombia fue el primer país fuera de Panamá al que llegó La Riviera. En 1994 abrió bajo el nombre La Parfumerie y en mayo de 2009 pasó a tener su marca actual. Se posicionó de inmediato gracias a su amplio portafolio de productos y su atención personalizada.
La Riviera tiene el 40 por ciento de los locales a título de alquiler, y ya varios propietarios están pidiendo terminar los contratos. Los propios tampoco tienen despejado su futuro, porque los bancos y los proveedores cortaron su relación comercial.
Ahora con estos cambios en el mercado y el levantamiento de las exclusividades que permite una libre competencia, se espera en Colombia la incursión de Estée Lauder con tiendas propias, así como la posible incursión de Kiko al mercado, que entraría en la competencia a la que recientemente se involucraron locales como Blush Bar y Cromantic.