Teniendo en cuenta que en 2016, cuatro de cada cinco conexiones a Internet se harán a través del móvil y que actualmente las aplicaciones móviles concentran cerca de un 70% del tiempo de uso de los smartphones, no es de extrañar que el M-Commerce se esté convirtiendo en una de las estrategias de marketing en la que más tiempo y dinero están invirtiendo las empresas de moda.
El canal móvil ha dejado de ser tendencia para ser una realidad y los que saben más del tema aseguran que las empresas que no adapten su negocio digital al móvil, quedarán completamente fuera de juego. El principal indicativo es que en 2012 se han registrado, por primera vez, cifras de ventas de smartphones y tablets superiores a las de portátiles y ordenadores.
Esto se debería principalmente a que el móvil es personal, lo llevamos encima las 24 horas del día y lo consultamos cada vez que nos aburrimos. El móvil es el pregonero del siglo XXI, el diario actualizado, el gps que nos indica el camino (con lo que eso puede significar para las tiendas), nuestra cámara de fotos, nuestro identificador en el check-in e incluso nuestro monedero. Habrá que estar en él, entonces.
En el mundo existen cerca de 2.300 millones de internautas, lo que representa un tercio de la población mundial. Todos y cada uno de estos internautas son potenciales clientes para el comercio electrónico.
En España, por ejemplo, este número se reduce a 28 millones de internautas conectados, un 66% de la población. En comercio electrónico B2C, el mercado español arroja una cifras de 10.900 millones de euros en facturación (año 2011), con un incremento del 20% respecto al año anterior.