Si bien los puntos de venta móviles (mPOS) irrumpieron en Latinoamérica a inicios de la década pasada, la llegada de la pandemia en 2020 y sus restricciones para el contacto físico generaron un crecimiento exponencial de su uso tanto en comercios como en proveedores de servicios. De hecho, solo de enero a diciembre de 2020, hubo un incremento de 300% en las transacciones que se realizan a través de estos dispositivos desarrollados por GeoPagos en América Latina.
Ese crecimiento no solo fue impulsado por la adopción de parte de los consumidores sino también por iniciativas bancarias regionales como el sistema de pagos instantáneos PIX, desarrollado por el Banco Central de Brasil, la plataforma para pagos electrónicos Modo de Argentina, MACH de BCI en Chile; a la vez que cobran fuerza la aparición de iniciativas como Yape y Plin en Perú y Ualá en Argentina.
Por otra parte, el negocio de adquirencia en Latinoamérica también está sufriendo fuertes cambios que potencian el mercado de pagos. Los países de Sudamérica están transitando a un cambio de modelo hacia adquirentes multimarca, fomentando competencia y generando ingreso de terceros. Esto comenzó en Brasil en 2010, se extendió a la Argentina en 2019, a Chile y Perú en 2020 y se espera que ocurra lo mismo en Colombia. Hay varios ejemplos de ingreso de jugadores agregadores como Naranja X y Todo Pago en la Argentina, VendeMás en Perú o Compreaquí en Chile.
En ese mismo sentido, la posibilidad de convertir a cualquier dispositivo móvil en una terminal de pagos genera cambios sin precedentes para comercios y clientes. No solo reduce los costos del sistema y democratiza el acceso a nuevas formas de pago, sino que amplía las posibilidades de comercios y proveedores de servicios que antes no hubieran podido cobrar con tarjetas ni mucho menos digitalizar sus ventas.
Actualmente, los mPOS son utilizados tanto en grandes comercios como en negocios chicos como Foodtrucks, puestos en ferias, incluso vendedores ambulantes y proveedores de servicios, ya que acceden a dispositivos a muy bajo costo para efectuar sus ventas de manera ágil y segura. Y es que es en la base de la pirámide donde la integración entre las terminales de pagos móviles y un software de gestión de las ventas hace la real diferencia. Una revolución que se sigue gestando tanto en Perú como a nivel regional.
Este crecimiento exponencial del ecosistema es posible gracias a soluciones tecnológicas que se comportan como “autopistas” por las que circulan nuevos servicios financieros, tasas más competitivas y soluciones de software más innovadoras.
El mPos tiene un lugar central en la profunda transformación de los pagos que está ocurriendo en el mundo y especialmente en los mercados emergentes como Perú, en América Latina.