Lego, el fabricante danés de juguetes, anunció que planea despedir a 1,400 empleados, lo que representa el 8% de su planilla, para reorganizar la compañía, tras registrar en el primer semestre caídas en su facturación y en sus ganancias.
La firma, a través de una nota de prensa, explicó que lo que busca es construir “una organización más pequeña y menos compleja” de la actual, lo que “simplificará” su modelo de negocio “para llegar a más niños”.
Según la agencia internacional Reuters, los ingresos de Lego fueron de 14.900 millones de coronas danesas (unos 2.400 millones de dólares), lo que representa una caída del 5% en comparación al 2016. Mientras que el beneficio neto bajó en un 3% interanual.
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Lego, conocida por sus icónicos ladrillos de plástico, precisó que la caída en ventas se ha producido en Estados Unidos y en Europa, considerados “mercados estables”, mientras que sus cifras han crecido más del 10% en China.
“Estamos decepcionados por la caída en los ingresos en nuestros mercados establecidos, y estamos dando pasos para abordar esto. Sentimos mucho hacer cambios que podrían interferir en las vidas de muchos de nuestros colegas. Desafortunadamente, es esencial para nosotros tomar estas duras decisiones”, sostuvo el presidente de Lego, Jorgen Vig Knudstorp.
Con la reestructuración de la compañía, Lego pretende que la mayor parte de los despidos se efectúen a finales de este año. Más de un tercio de ellos, entre 500 y 600 empleados, serán en Dinamarca, donde se encuentran 4.500 de los 18.200 trabajadores de la juguetera.
Cabe precisar que la marca de la compañía se ha diversificado en los últimos años hacia nuevas áreas como los videojuegos, el cine, los dibujos animados y los parques de atracciones. “En el proceso, hemos añadido complejidad en la organización, lo que nos dificulta el llegar más lejos”, afirmó en el comunicado el presidente de Lego.
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