La cadena de supermercados Lidl ha logrado la certificación de Bureau Veritas sobre el sistema de gestión para minimizar el desperdicio de alimentos (SG-MDA) en todas sus tiendas y centros logísticos de España, convirtiéndose así en el primer supermercado en obtener esta distinción.
Este reconocimiento se ha producido después de que Lidl España haya superado el proceso de auditoría independiente del especialista en servicios de inspección, certificación y ensayos. De esta forma, el certificadora avala la eficiencia de su sistema de gestión, con el que reduce y previene la generación de residuos de alimentos en toda su cadena de suministro y se garantiza la mejor gestión de esos mínimos residuos producidos.
“Esta certificación es un reconocimiento al trabajo que desde Lidl estamos haciendo desde hace muchos años para prevenir y disminuir el desperdicio alimentario en nuestro compromiso con la sociedad y el medio ambiente.
Además de todas las medidas que tomamos a lo largo de toda la cadena de suministro para gestionar este tipo de residuos, tratamos de concienciar a nuestros consumidores de la importancia de la correcta gestión de los alimentos que compran, por ello, por ejemplo ponemos a su disposición un catálogo de recetas de aprovechamiento en nuestra web.
Todos podemos sumar en la lucha contra el desperdicio alimentario “, asegura Michaela Reischl, directora de RSC de Lidl en España.
UN MODELO DE NEGOCIO SOSTENIBLE
El certificado de Bureau Veritas, destaca Lidl en un comunicado, pone en valor las distintas líneas de trabajo que la cadena pone en marcha en su compromiso con el desperdicio alimentario. Entre sus medidas de carácter preventivo destaca su eficiente planificación y gestión de su surtido con pedidos optimizados y ajustados.
En este sentido, Lidl cuenta con un sistema automatizado para realizar los pedidos que abastecen sus tiendas y permiten optimizar las cantidades de mercancía presentes en sus lineales en función de su rotación.
Con ello, se garantiza que los establecimientos tienen siempre los artículos que se venderán, minimizando al máximo el stock de producto sobrante tanto en la sala de ventas como en los almacenes. Además, la compañía lleva un cabo un control diario de fechas, aplicando entre el 30% y el 50% de descuento en artículos cuya fecha de retirada de sus lineales sea próxima, potenciando así su venta.
Además, señala la cadena, Lidl es la única empresa que trabaja con Residuo Cero en todas sus plataformas logísticas de la península, lo que acredita la gestión, clasificación, valorización y recuperación de forma centralizada tanto de los desperdicios generados en los propios almacenes como los que retornan de las tiendas, un hito más que garantiza un mayor control de todos los desechos, incluidos los alimentos.
Todas estas medidas se marcan en el compromiso de Lidl de reducir el desperdicio alimentario en el 30% hasta 2025 y en el 50% hasta 2030.