El plan de inversión que aún queda por ejecutar asciende a US$ 50 millones.
Con un plan trazado ya desde el año pasado, Corporación Lindley apunta a que la venta de sus activos inmobiliarios no operativos para la empresa, empiecen a redituarles ganancias.
Y más aún, se estima que los US$ 77 millones que este año recibirá por este concepto los llevaría a que el ratio de la deuda neta sobre el Ebitda (ganancias antes de impuestos, intereses, depreciación y amortización) se pueda reducir en cuatro veces a fines de este año.
En total, indicó José Borda, gerente general de la compañía, todos los activos suman un monto de US$ 178 millones, según precio de valor del mercado, aunque mantienen un monto conservador de poder alcanzar los US$ 140 millones.
“Puedo decir que este año estamos mirando hacia adelante, es un año con desafíos, pero confiamos en que mejorará la rentabilidad de la empresa”, indicó Borda al diario Gestión.
Estima que la rentabilidad mejorará al menos 1.5 puntos porcentuales con la planta de Pucusana.
Oportunidades
El objetivo de la empresa es mantener el crecimiento del volumen y optimizar la cobertura.
“Hay oportunidades enormes que aprovechar este año y el siguiente. Por ejemplo, hemos identificado una enorme base de clientes que no venden ninguno de nuestros productos, el 15% de los puntos de venta en el Perú no está vendiendo ni uno de nuestros productos y si se va a las bebidas no carbonatadas, la cifra sube a 40%”, dijo Borda.
En esa línea, recordó que están trabajando con sus distribuidores y socios para agilizar y mejorar la red de distribución.
“Es por eso que estamos construyendo los almacenes de distribución para reforzar nuestra presencia, que deberán operar en el 2016”, agregó.
Asimismo, recordó que otro frente para lograr es la planta de Pucusana que operará a mediados de este año, la cual ya obtuvo el permiso de la evaluación ambiental, para más adelante obtener los permisos adicionales.
Frenarían inversiones
Sin embargo, desde hace más de un año, Lindley viene anunciando que se desprenderá de varios activos inmobiliarios inoperativos con el fin de obtener mayores recursos.
Y si bien la expectativa es que este año se reciban unos US$ 75 millones por la venta de los mismos, de no conseguirlo, la alternativa de la empresa es parar algunas inversiones.
“Ya he mencionado que el monto total a obtener es de US$ 150 millones y estamos en curso de las negociaciones. Y si no vendemos los activos este año, tenemos un plan de seguridad y podemos posponer algunas inversiones, no tenemos ningún problema con eso”, refirió por su parte Fernando Gómes, gerente financiero de la compañía.
En general, la idea del plan de inversión que aún queda por ejecutar asciende a US$ 50 millones, mientras que para el siguiente año la cifra ascendería a US$ 45 millones.
Y teniendo en cuenta el desembolso que para este año se está haciendo en proyectos de la envergadura de la planta de Lindley en Pucusana, la inversión para el 2017 estará entre US$ 40 a US$ 45 millones, indicó Gómes.
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