La decisión de Carrefour de retirar de sus hipermercados todas las bolsas de este material, tan contaminante según la cadena, ha destapado un reguero de críticas en el sector.
Después de que otras muchas cadenas de distribución hayan decidido seguir sus pasos de forma progresiva, los fabricantes de plástico han levantado la voz para denunciar lo que consideran un gran engaño hacia la opinión pública.
“Detrás de la retirada de las bolsas lo que se esconde en realidad es una estrategia de marketing para ahorrarse el pago del punto verde y vender bolsas de basura, obteniendo así unos ingresos extra que antes no eran posibles”, denuncia Enrique Gallego, director general de Anaip, la Asociación Española de Fabricantes de Plásticos.
Según explica, una de las pruebas que demostraría la gran falacia generada en torno a su producto radica en que “las bolsas que se consumen en las cadenas de distribución apenas suman 100.000 toneladas al año, cuando, en realidad, se utilizan otros dos millones más para los envoltorios de las frutas, las verduras, la carne, el pescado, el queso, los embutidos e incluso los envases de los yogures”.