Son las mujeres el consumidor que buscas para tus productos ya que ellas son las que deciden qué marca o producto entra en su hogar.
Como consumidoras, conforman la oportunidad comercial más importante de estos tiempos.
Es necesario que conozcas su forma de pensar, qué motiva sus decisiones de compra, identificar qué las hace escoger una marca por sobre otra. Es importante que consigas comunicarte con ellas de tal forma que se logren identificar con tu marca.
He aquí algunos errores en los que nunca debes caer:
1. Desconocer la evocación de emociones: la mujer tiende a utilizar los sentimientos al momento de comprar, por esto es imprescindible evocar emociones, provocar a los sentidos y usar el lenguaje visual.
2. Ofertar como solución: no necesariamente las ofertas logran el efecto esperado, ya que las mujeres son exigentes con la calidad y pueden pensar que un precio bajo equivale a un producto de mala calidad.
3. No realizar variación de tu producto: no realizar cambios de una temporada a la otra puede provocar la diferencia con tus competidores, ya que las mujeres buscan novedades e innovación en los productos.
4. Disfrazar productos masculinos por femeninos: nunca debes adaptar un producto desarrollado para hombres, como uno para mujeres. No por cambiarle el tamaño, el color o el envoltorio, la mujer no se dará cuenta que se trata de un producto que no fue originario para ella, por lo que tenderá a rechazarlo.
5. No sumar mujeres al equipo: es necesario que quien se encargue de la comunicación de las marcas hacia las mujeres, piense y sienta como ellas; un error es conformar los equipos sólo con hombres. Las mujeres deben participar ya que así conseguirán una campaña más realista y creíble.
6. Restarle valor a la sociabilidad: las mujeres son mucho más sociales que los hombres, por tanto son mejores embajadoras para tu producto, pero debes cuidar no darle una experiencia negativa, ya que es posible que destruya la reputación de tu producto.
7. Estética por sobre la funcionalidad: siempre debes tener en cuenta que los hombres se enfocan en la funcionalidad o durabilidad de un producto, en cambio la mujer valora la estética del producto, siendo ésta una parte importante en la decisión de compra.