Que los teléfonos inteligentes forman parte de nuestras vidas ya es un hecho: España lidera el ránking europeo de usuarios de smartphones: un 64% de la población ya posee uno, muy por encima de la media de los países europeos (50%), según datos publicados por la agencia de marketing y comunicación online We are social.
La carrera de este todo-en-uno portátil tiene sus inicios en 2010, y desde entonces el crecimiento se mantiene estable en casi un 20% anual.
Del e-commerce al m-commerce
Mientras la tecnología se renueva y perfecciona a ritmo vertiginoso, el uso de ordenadores y portátiles se mantiene estable, indicio indicador de que los usuarios han abrazado la cultura del Smartphone, sustituyendo y no solo complementando al uso de los primeros. Afirmar ahora que “todo está a nuestro alcance a un solo clic” es una realidad que ya no depende de si contamos con un ordenador a mano.
El mismo fenómeno se observa con las ventas online via Smartphone (m-commerce), pero a escala menos pronunciada: según el mismo estudio el 80% de los usuarios de smartphones los utilizan para buscar productos, pero únicamente el 25% han llegado a finalizar el proceso de compra alguna vez en lo que llevamos de 2014, frente al 10% en 2013.
Tras la pantalla
Al otro lado de nuestra pantalla táctil, la búsqueda de beneficio económico. Miles de empresas que pretenden hacerse un hueco en un espacio comercial hasta hace poco vacío, y por suerte o por desgracia más democrático que mercados más tradicionales.
Para ello, una táctica de márketing no tan habitual hasta ahora: aprovechar el aspecto lúdico de nuestro teléfono para llegar al usuario sin que éste cambie el chip a “modo compra”.
¿Cómo? Presentando su producto como experiencia, llevándole a un terreno apetecible por el que deseará navegar en los 5 minutos de pausa-café para luego atacar de forma extremadamente sutil.
¿El riesgo? No nos daremos cuenta de que estamos comprando. El uso de estas tácticas explica el aumento de ventas en productos asociados a aplicaciones sin ánimo de lucro —en principio— como Nike + Running.
¿Una salida a la crisis?
Según datos oficiales del INE, el e-commerce continúa creciendo a pesar de la situación económica, a razón de un 15% anual desde 2010. El consumidor online medio realiza una media de 14 compras en línea al mes, y –punto positivo de cara a favorecer nuestra economía- únicamente el 20% del valor de éstas va destinado al mercado internacional. El 80% de riqueza restante permanece dentro de nuestras fronteras.
De los 2.500 millones de euros facturados gracias a compras por internet, en 2012, el 11% correspondía a m-commerce, y se estima que esta tendencia haya continuado al alza en 2013 y 2014. Gran parte de la cuota de mercado se la llevan páginas de planes exclusivos como Groupon o Atrápalo, o guías online de e-commerce.
Presente, futuro y peligro
Los hábitos de consumo evolucionan, las empresas y marcas que participan en el juego que es internet buscan trasladar la instantaneidad de redes sociales como Twitter o Facebook a su proceso de venta.
Para el consumidor, el acto de compra pronto dejará de ir precedido de un momento de reflexión para convertirse en una sensación adecuada en el instante acertado. Hacer con un clic sobre un teléfono móvil lo que antes costaba traslado, espera y transporte resulta esperanzador e inquietante a partes iguales.