De acuerdo con las perspectivas actuales que visualiza Maersk, sigue habiendo un alto grado de incertidumbre relacionado con el impacto de la Covid-19 en el crecimiento económico y los patrones de la demanda global.
“El año 2020 será recordado para siempre por la pandemia del COVID-19, que afectó negativamente a nuestras vidas, empleos, negocios y a la economía mundial”, indicó Søren Skou, CEO de Maersk.
El 2020 fue un año muy imprevisible. Recién en la segunda mitad del año la demanda de Maersk creció bastante. En ese sentido, tuvieron una presión muy alta por recuperar la falta de venta y mercancía en las bodegas.
“Estoy orgulloso de que hayamos acelerado nuestra transformación y hayamos conseguido un crecimiento de los beneficios durante todos los trimestres de 2020, a pesar de que las condiciones del mercado han sido muy diferentes, empezando por el impacto negativo de la COVID-19 en el primer semestre hasta el repunte en el cuarto trimestre”, afirmó el directivo de Maersk.
La participación en el mercado logístico: almacenes, transporte terrestre y el manejo de la cadena de suministro de sus clientes es donde tienen una inversión muy grande e importantes planes de inversión.
“Nuestro negocio de logística duplicó con creces los beneficios en 2020. Hoy somos una empresa de logística rentable y en crecimiento, con una amplia oferta de transporte marítimo y aéreo, servicios portuarios y capacidades logísticas, incluidos el almacenamiento, los servicios personalizados y la logística de plomo”, añadió Søren Skou.
Además, comentó que se encuentran bien equipados para hacer frente a la actual volatilidad del mercado global.
“Financieramente, salimos de 2020 con un balance muy sólido y poca deuda, lo que nos permitirá seguir invirtiendo en nuestra transformación y crecer de forma rentable”, reveló Skou.
MAERSK PREVÉ DESCARBONIZAR OPERACIONES MARÍTIMAS
Actualmente, la ambición de A.P. Moller – Maersk es tener una flota neutra en carbono para el año 2050. Un objetivo desafiante, pero alcanzable.
Todos los futuros buques de propiedad de Maersk tendrán instalada la tecnología de doble combustible, lo que permitirá operar con neutralidad de carbono o con fueloil estándar de muy bajo azufre.
La naviera considera que un futuro neutro en carbono para el transporte marítimo requiere innovación, pruebas y colaboración entre múltiples socios de la industria.