Mango busca dar el gran salto comercial en Estados Unidos a través de corners, pequeños espacios comerciales en establecimientos ajenos, que darían continuidad a la decena de locales que la enseña tiene abiertos en este país. Para ello, está ultimando acuerdos comerciales con socios locales para desembarcar en alguna cadena de grandes almacenes en Estados Unidos. Así lo confirmó el presidente de la cadena de moda, Isak Andic durante la celebración del XII Congreso Nacional de la Empresa Familiar.
El perfil de socio que pretende conseguir Mango, se trata de cadenas de grandes almacenes tipo Macy’s o Bloomingdales. Busca presencia, sobre todo, en las costas Este y Oeste, ya que según el grupo textil, estas son las áreas geográficas que mayor importancia conceden al sector de la moda. Sin embargo, el grupo reconoce que las negociaciones están en marcha y que, de momento, no pueden confirmar si para conseguir los 200 corners previstos en un año, necesitarán acuerdos con un socio o con varios.
Mientras en España la compañía no utiliza la distribución de grandes almacenes, en mercados como el asiático o el estadounidense sí que lo hace debido a su gran tamaño y a los hábitos de los consumidores.
Estados Unidos es uno de los mercados estratégicos de la empresa, junto con Europa y Asia. Andic destacó el potencial de mercados como el alemán, donde la cadena sólo cuenta con 100 establecimientos, frente a los 250 que posee en España. En China, donde Mango posee cincuenta tiendas, Andic calcula que caben mil puntos de venta de la marca.
Más flexible con las franquicias
La cadena de moda, que utiliza tanto tiendas propias como franquiciadas en su red de distribución, se ha visto obligada a flexibilizar las condiciones de sus franquicias para poder mantener el ritmo de 250 aperturas al año. Para que esta cifra no se resienta con la crisis Mango “ha flexibilizado” los requisitos de la marca a la hora de conceder nuevas franquicias, según apuntó su presidente.
Además, para tratar de mantener sus ventas, la cadena ha empezado a comercializar una línea de bajo coste (a partir de 9 euros) con la etiqueta Think Up.