Mango abandona Brasil con el cierre de su último establecimiento, situado en Rio de Janeiro. La compañía presidida por Isak Andic atribuye su decisión de abandonar el mercado brasileño (considerado uno de los de mayor potencial de crecimiento junto a Rusia, India y China) a la elevada burocracia y a los impuestos derivados de la importación de las prendas, según Folha de Sao Paulo.
El grupo de gran distribución de moda ha cerrado más de una decena de establecimientos en Brasil durante los últimos dos años. Mango comenzó a operar en el mercado carioca en 1998.
Los planes de la compañía pasan por continuar operando en el mercado brasileño, aunque únicamente a través de su plataforma electrónica.
Cabe destacar que la compañía, que suma 2.521 establecimientos (900 de ellos corners) en 109 países, registró una facturación de 1.408 millones de euros en 2011, lo que supuso un incremento del 11% respecto al año anterior, según los últimos datos disponibles.