En tiempos donde todo cambia, el marketing comunicacional, contribuye al posicionamiento de ciertos valores o atributos de una empresa, una marca, un producto o un servicio.
El ejercicio de esta práctica de manera continua y consistente en el mediano y largo plazo, brinda múltiples beneficios: se consolida un posicionamiento profundo, se afirma la marca, y también se construyen lazos más sólidos con diferentes actores vinculados al negocio.
Cuando hablamos de marketing comunicacional, nos referimos a acciones y mensajes que focalizan en el valor de un producto o servicio, buscando impactar en la percepción que de ellos, o de la empresa en general, se forman los clientes.
En este tipo de iniciativas es clave la construcción de alianzas estratégicas con otras empresas, o bien con diferentes tipos de instituciones públicas o privadas que refuerzan el perfil más sensible de la compañía.
A partir de la experiencia es posible distinguir algunos tipos de emprendimiento en el terreno del marketing orientado al impacto en las percepciones.
Están los caracterizados por la ayuda solidaria (como el apoyo a la construcción de viviendas, la entrega de cajas para las fiestas de fin de año o el envío de diversos elementos a zonas en situación de catástrofe); otras, en cambio, están más vinculadas con el core business de cada compañía.
Esto es interesante porque hay una relación más directa entre la construcción de posicionamiento y el negocio; las charlas en escuelas son un excelente ejemplo, cuando se refieren a temas de valor para la comunidad y se mantienen a prudencial distancia de los aspectos comerciales.
En este sentido, educación sexual, seguridad informática y alimentación saludable son casos reales que han dado resultados por demás destacables, modificando percepciones hasta en un 80%.
También podemos mencionar las maratones (que últimamente están muy de moda, sobre todo cuando contribuyen a la difusión de causas loables), los concursos donde el usuario final tiene la posibilidad de construir conocimiento o reflejar sus vivencias, o el impulso a programas de comunidad principalmente concebidos para el intercambio de experiencias entre los participantes, pueden ser estrategias altamente efectivas.
El marketing comunicacional gana terreno al tiempo que el mercado y los clientes se hacen más sofisticados, sobre todo a medida que se entiende más y más que las empresas no son islas en el entorno en el que se desempeñan, sino que impactan y son impactadas permanentemente por quienes operan a su alrededor.