Los problemas legales de Goldman Sachs no se limitan a los cargos civiles por fraude interpuestos por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. Fiscales federales iniciaron una investigación criminal contra Goldman y sus empleados con relación al supuesto fraude cometido en las operaciones que realizaron con títulos atados a hipotecas subprime.
El caso abierto por la SEC no sólo ha empañado la reputación de la firma más importante de Wall Street, también la expuso a nuevos ataques legales desde varias trincheras. Los gobiernos de Alemania y Gran Bretaña han pedido que se investiguen los negocios de la firma. También algunas autoridades estatales de Estados Unidos han insinuado que podrían unirse al caso.
El fiscal general de Connecticut, Richard Blumenthal, dijo por ejemplo que ya analizaba las acusaciones de la SEC, con la posible intención de abrir formalmente una investigación estatal.
Otro frente lo constituyen los inversionistas perjudicados por los títulos del infame paquete “Abacus”, quienes también demandarían a Goldman. Sin embargo, la única acción legal concreta tomada hasta ahora representa a un puñado de accionistas que acusan a Goldman de haber ocultado información respecto a “Abacus” y a los cargos imputados por la SEC.
“Hay innumerables instituciones inversoras que buscan una posible demanda colectiva contra Goldman, basándose en recientes informaciones y en la caída de las acciones” dijo Thomas Dubbs, socio del despacho legal Labaton Sucharow, especializado en litigios de valores.
Analistas y expertos en derecho han dicho que el dinero que Goldman podría gastar en su defensa es manejable para la firma. Algunas estimaciones indican que podría costarle a Goldman 700 millones de dólares (mdd) o más en los próximos dos años. Aunque no es poco, se trata de una pequeña cifra para una compañía que espera ingresos por 11,000 mdd en cada trimestre de este año y del 2011.
Pese a esos problemas, los expertos opinan que la mayor amenaza para Goldman no son los costos legales, sino el potencial impacto que todo ello tenga en su reputación, la relación con sus clientes y la moral de sus empleados.