La invasión a Ucrania está por llegar los 3 meses de duración, y las sanciones hacia el gobierno ruso se han intensificado día a día. Uniéndose a otras empresas multinacionales, McDonald’s abandona Rusia; luego de 32 años de historia que ‘va más allá de vender hamburguesas’, venderá el total de su negocio y los “Arcos Dorados no brillarán más” allí.
Así lo confirmó el propio presidente y CEO de McDonald’s, Chris Kempczinski, en una carta dirigida a los propietarios/operadores, empleados de la empresa y proveedores en todo el mundo. En su misiva, resalta todo el proceso de negociaciones que enfrentó la cadena para aterrizar en Rusia, una tierra con mucha esperanza de paz y mejora, para terminar revelando la difícil decisión de su salida.
“Entramos en Rusia por la esperanza y la promesa que nuestra marca llegó a significar. Durante tres décadas, nuestra presencia en Rusia inspiró adagios que iban más allá de nuestra comida —desde la “diplomacia de las hamburguesas” hasta la “teoría de la paz de McDonald’s”— y personificaban el mayor propósito e impacto que marcas como la nuestra pueden tener en el mundo”, explicó.
McDonald’s abandona Rusia
La cadena de hamburguesas más grande del mundo decidió –en marzo– cerrar sus 847 restaurantes en Rusia, incluida la icónica ubicación de Pushkin Square en el centro de Moscú. Desde entonces, ha estado perdiendo aproximadamente US$55 millones al mes para pagarle al personal, los propietarios y los proveedores de sus restaurantes en Ucrania y Rusia, según algunos ejecutivos de la compañía.
La decisión de abandonar de forma definitiva Rusia le costará a McDonald’s cerca de 1.400 millones de dólares, según ha explicado la empresa en un comunicado.
“Es imposible ignorar la crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania. Y es imposible imaginar que los Arcos Dorados representen la misma esperanza y promesa que nos llevó a ingresar al mercado ruso hace 32 años”, señaló Kempczinski en su carta antes del anuncio definitivo sobre la salida del país.
McDonald’s busca vender sus restaurantes en Rusia a un comprador local, pero conservará la marca registrada. La compañía se aseguraría de que sus 62.000 empleados en Rusia continúen recibiendo su pago hasta el cierre de cualquier transacción y tengan trabajos futuros con cualquier comprador potencial.
De momento, entre las acciones en Rusia para suplir la carencia de multinacionales, algunos ’emprendedores’ aprovecharon el cierre o salida de varias empresas para abrir negocios con identidades similares. Tal es el caso de McDonald’s y la marca rusa Uncle Vanya.
Sin embargo, que McDonald’s abandone Rusia no significa una despedida definitiva, según el CEO. Es más, para cerrar su carta, Kempczinski dice lo siguiente: “no terminemos diciendo ‘adiós’. En cambio, digamos como lo hacen en ruso: До новой встречи. ‘Hasta que nos encontremos de nuevo’“.