(Estados Unidos) McDonald’s, compañía que ya está pasando por una serie de dificultades para vender hamburguesas en el país norteamericano, ahora deberá lidiar con una rebelión de sus franquiciados. Es así que los operadores de tiendas mencionan que la empresa -en el intento de mejorar sus beneficios- está cobrando una pensión muy alta por operar sus restaurantes, incluyendo alquiler, remodelación y tarifas por capacitación y software.
A razón de que los costos van al alza, los franquiciados, que manejan casi 90% de los más de 14,100 locales comerciales estadounidenses de la cadena, tienen cada vez menos probabilidades de abrir nuevos restaurantes y remodelarlos, lo que posiblemente contraerá las ventas.
Cabe señalar que la ganancia neta del segundo trimestre de Arcos Dorados, la mayor franquicia de McDonald’s, cayó un 27,3%.
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