El Perú es un mercado que interesa a marcas como Burberry, Louis Vuitton, Hermés y Tiffany & Co, los cuales ven al país como un lugar de oportunidades para hacer negocios, entre los más fuertes de la región.
¿En qué radica el atractivo del Perú?
Juan José Calle, experto del sector y ex gerente general del centro comercial Jockey Plaza, explica a Día_1 que existe un universo de 1,5 millones de consumidores con capacidad de adquirir estas marcas. Gente con suficiente poder adquisitivo para acceder al lujo.
El segundo atractivo de este mercado es el crecimiento potencial del número de consumidores a corto plazo. De hecho, Calle recuerda que la demanda aumenta a un 10% anual y que esto viene con un ritmo constante, lo que le ha permitido triplicarse en los últimos 20 años.
“Hemos llegado al nivel de facturar entre US$200 millones y US$250 millones cada 12 meses”, refiere el ejecutivo, lo que no es poco si uno toma en cuenta que no estamos hablando de una dinámica de muchas marcas participantes, más bien todo lo contrario.
Y es que el mercado de lujo en el país tiene aún pocos jugadores: no más de 40, como se detalla en el informe de este especial sobre las que han llegado al Perú recientemente.
El otro factor es su nivel de rotación. En una tienda de lujo uno no encuentra gran cantidad de compradores entre los pasillos, pero un vendedor de alta gama sí debe estar seguro de que los que llegan suelen irse con la bolsa llena.
De esta forma, la oferta de marcas de lujo en nuestro país cubre los sectores joyería, moda, gastronomía, automóviles y turismo.
Un consumidor de este perfil y capacidad puede, tranquilamente, gastar en cualquier detalle un monto que supera las cinco cifras.
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Los especialistas coinciden en que el futuro del mercado de lujo en el Perú es prometedor. De hecho y sin especular, Juan José Calle cree que en el transcurso de los próximos 3 o 4 años otras 30 marcas de alta gama van a llegar al país.
Dos factores van a impulsar esa mejora, refiere. Uno será el crecimiento de la población con capacidad para hacer esta clase de gastos: la clase media aspiracional está dando los pasos para incrementar la demanda hacia un nicho exclusivo.
El otro factor es la llegada de la oferta de fast fashion.
“Marcas como Zara o H&M democratizan el acceso, pero al mismo tiempo impulsan a las marcas que son exclusivas a buscar formas de hacer aún más la diferencia”, destaca Calle.
Igual piensa Yarina Landa, actual gerenta general del Jockey Plaza. Ella comenta cómo la oferta de marcas de lujo del centro comercial pasó de 5 en el 2010 a 15 en el 2013, y cómo esta presencia se duplicará en el 2017 con el bulevar, un espacio que albergará a varios de los jugadores que han venido a ver nuestro mercado.
“Nosotros facturamos US$800 millones al año y entre el 15% y 20% corresponde a este nicho”, explica.
LOS CLÚSTERES DE LUJO
El centro comercial Jockey Plaza es uno de los puntos importantes, pero también han aparecido nuevas zonas. Están la avenida Santa Cruz, en Miraflores, o la avenida Daniel Hernández (antes El Bosque), en San Isidro.
Tomás Vega, director gerente del grupo Yes, apunta que como representantes de marcas de alto estándar como Armani, Adolfo Domínguez, Hugo Boss y Pal Zileri, han invertido más de US$2 millones en implementar El Bosque, donde ya se ubica Boss Store, Adolfo Domínguez, la galería de arte y diseño Índigo y Atípico.