Según datos revelados recientemente por la encuesta Deloitte, en el mundo hay cerca de 300 millones de consumidores de bienes de lujo, de los cuales 600.000 se encuentran en Colombia (1.2% de la población).
Anualmente, el consumo de lujo en el país cafetero crece en promedio entre el 20% y el 30% anual, cifras similares a las del resto del mundo, sin embargo, este año en particular la industria ha visto un cambio en sus ingresos, publicó en su portal FashionMag.com
Tradicionalmente en Colombia cuando se habla de bienes de lujo se sobre entiende la referencia hacia las marcas principalmente europeas como Cartier, Bvlgari, Louis Vuitton, etc., sin embargo, el mercado del lujo local también ha ingresado a la competencia.
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Marcas como Mario Hernandez y Johanna Ortíz, son sinónimo de lujo y exclusividad colombiana. A raíz de la devaluación del peso (moneda colombiana) este año, los consumidores han privilegiado comprar sus bienes en el extranjero e incluso inclinarse por los productos locales pues si bien el lujo no tiene precio, los impuestos, aranceles y la tasa de cambio en el país no hacen que los precios en pesos sean atractivos.
Las marcas colombianas le están ganando territorio comercial a las marcas extranjeras por la competencia en precios, tiendas como St Dom en Cartagena, PerSe y Liza en Bogotá les dan buena imagen a los diseñadores colombianos haciéndolos igual de atractivos para los consumidores que los productos extranjeros.