Mercadona, firma supermercadista española, es uno de los principales referentes del sector retail a nivel mundial y a continuación conoceremos su trabajo en cuanto a sostenibilidad medioambiental.
Desde 1993 Mercadona basa todas sus decisiones en su modelo de calidad total que busca satisfacer por igual y con la misma intensidad a los cinco componentes de la empresa: “El Jefe”, como internamente denomina al cliente, el trabajador, el proveedor, la sociedad y el capital.
Mercadona cuenta con un sistema de gestión ambiental propio, basado en los principios de la economía circular y enfocado en la optimización logística, la eficiencia energética, la gestión de residuos, la producción sostenible y la reducción de plástico.
Además, trabaja en el Proyecto de Distribución Urbana Sostenible y la mejora de la calidad del aire mediante camiones y furgonetas propulsados por tecnologías limpias y eficientes.
Mercadona ha puesto en marcha la ‘Estrategia 6.25’ que tiene como objetivo para 2025 reducir un 25% el plástico, hacer todos los envases reciclables y reutilizar todos los residuos plásticos generados en sus instalaciones.
De la misma manera, da una segunda vida a más de 220.000 toneladas de cartón y plástico al año (el 100% de los embalajes que usa la empresa y posteriormente recicla).
Mercadona es socio desde el año 2011 del Pacto Mundial de Naciones Unidas para la defensa de los valores fundamentales en materia de derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción.
Responsabilidad Social Corporativa de Mercadona
Los principios de Mercadona RSC están enfocados hacia:
Innovación: buscando reinventarse para adaptarse a las necesidades y expectativas cambiantes de los consumidores, ofreciéndoles lo mejor y diferenciándose de la competencia.
Oferta: garantizando la variedad, actualización y ajuste de precios, claves de su manera de entender el concepto de eficacia aplicado a la cobertura de la demanda. Para ganar en precisión tienen muy en cuenta la voz de cliente.
Calidad: en todas las gamas de artículos que vende al público, unos estándares que se ven reforzados por su control de la seguridad alimentaria, que se extiende a sus proveedores.
Experiencia: cada vez más personalizada, como muestran sus últimas incorporaciones, productos específicos para intolerantes a la lactosa o el gluten.