La Consejería de Transportes prepara un decreto que permitirá convertir el metro de Madrid en un centro comercial subterráneo, explotando al máximo sus instalaciones mediante una nueva normativa que entrará en vigor en el verano de 2015.
La propuesta, según el presidente regional, Ignacio González, pasa por destinar 125.000 metros cuadrados de zonas comunes a crear espacios de uso comercial, dotacional e industrial, fomentando el establecimiento de supermercados, gimnasios, tiendas, restaurantes e, incluso, oficinas, por donde transitaron alrededor de 557,8 millones de viajeros durante el 2013.
La compañía ya cuenta con varias empresas interesadas, entre ellas se encuentran marcas de productos de alimentación y grandes marcas de ropa, según confirmó un portavoz de Metro.
Sin embargo, no habrá adjudicaciones directas: “Atenderemos todas las ideas y las propuestas que nos quieran hacer, pero los locales saldrán a concurso público o subasta para garantizar la equidad y la transparencia”.
Estos 125.000 metros cuadrados supondrían solo un 25% del total de la superficie disponible en la red. Su alquiler serviría, según el metro, para poner en valor el patrimonio de la compañía y multiplicar el dinero que ingresa en concepto de alquileres o cánones. Las ganancias, que hoy son de 2,2 millones de euros, se elevarían por encima de los 100 millones.
Según Ignacio González, los usuarios serán los principales beneficiarios, ya que hoy en día, el metro solo tiene arrendados 37 locales que suman una superficie de 1.080 metros cuadrados.
“Hemos construido una extraordinaria red de metro en estos años, prácticamente una ciudad debajo de la ciudad por la que circulan casi dos millones de viajeros al día. Pero hay inmensos espacios que en estos momentos son plenamente aprovechables, que hasta ahora solo en una pequeña parte utilizados”, ha afirmado González.
El objetivo es poner en valor los 125.000 metros cuadrados que tienen disponibles en esa infraestructura. Además, González ha explicado que serán los Ayuntamientos quienes den los permisos, y que prevén tener preparada la normativa en mes y medio, aunque ya hay “muchas empresas que están interesadas” en instalarse en el suburbano.
De acuerdo a ello, la Comunidad de Madrid debe poner en marcha un plan de aprovechamiento de las zonas comunes de Metro para superficies comerciales, dotacionales y de restauración, adaptándolas a las nuevas formas de consumo de nuestros días.