Los comerciantes mantuvieron una racha de tres meses de aumentos en las ventas y de siete en los ingresos, según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
En julio, las ventas crecieron un 10,9 por ciento sobre el mismo mes del año pasado con crecimientos en todos los sectores y especialmente destacable en el segmento de electrodomésticos y muebles (12,2 por ciento), impulsado en parte por las ventas de televisores por el Mundial de fútbol de Sudáfrica, según el comunicado del IBGE.
El sector de los supermercados y los alimentos, responsable del 49 por ciento del comercio minorista, subió sus ventas un 11 por ciento con respecto a julio del año pasado, lo que se debió al aumento del poder adquisitivo de los brasileños y a la desaceleración de la inflación en el sector.
El buen momento de las ventas minoristas es reflejo de la pujanza del consumo interno de Brasil, que es uno de los componentes del Producto Interior Bruto (PIB) que ha crecido con más fuerza en los últimos meses.
La economía brasileña acumuló en el primer semestre de este año un crecimiento del 8,9 por ciento, período en el que la demanda interna se expandió un 8 por ciento, según los datos oficiales más recientes, divulgados a comienzos de este mes.