Durante mucho tiempo, el multimillonario Charles Feeney, creador de las tiendas Duty Free, tenía un gran sueño: donar su enorme fortuna de 8.000 millones de dólares y vivir el resto de su vida en “austeridad”. Un anhelo que pudo hacer realidad a los 89 años de edad.
Su historia comienza en 1960 cuando le dio un giro a su vida. Él pensó que una buena forma de hacer dinero sería fundar tiendas libres de impuestos o también conocidas como Duty Free. Es así que junto a su socio Robert Miller llegaron a crear un imperio empresarial ligado al comercio en aerolíneas.
Su empresa llamada Duty Free Shoppers (DFS) tuvo tanta acogida que superó la contratación de 9.000 personas en todo el mundo. A pesar del éxito de su negocio, a Feeney le interesaba la idea de ayudar a los demás y por ese motivo comenzó a donar dinero a diferentes grupos.

¿Cómo nació la idea de donar su fortuna?
En sus muchos viajes, el empresario conocía organizaciones y proyectos que requerían su ayuda, y depositaba dinero, todo de forma secreta y desinteresada.
Conor O’Clery, su biógrafo, cuenta que desde que el empresario leyó la obra “Riqueza” de Andrew Carnegie, un famoso filántropo, su carácter cambió. Frases como “morir rico es morir en desgracia” fueron algunas de las que motivaron el cambio de estilo de vida.
En 1982, el magnate creó la fundación The Atlantic Philantropies, una ONG que reparte su fortuna en diversas partes del mundo, siempre y cuando la causa sea real e importante.

En una publicación de la cadena de información BBC, expone que esta organización dejó de existir cuando por fin cumplió su propósito: entregar todos sus bienes en vida. En total fueron 8.000 millones de dólares y más de 7.000 millones de euros.
Se informó que la mayor cantidad de dinero fue destinadas a sectores educativos, por ejemplo, la Universidad de Cornell, el lugar donde estudió. Otra parte de su dinero fue entregada a causas sociales enfocadas en los derechos humanos.
¿Cómo vive ahora el creador del Duty Free?
Charles Feeney, ahora lejos de las riquezas y con 91 años a cuestas, vive junto a su esposa en un modesto departamento de dos habitaciones en la ciudad de San Francisco.
Su historia de éxito y su nueva forma de vida ha inspirado a magnates como Bill Gates o Jeff Bezos, a quienes el ahora exmultimillonario les ha aconsejado que donen todo su dinero y sigan sus pasos.
